ENTREVISTA con el alcalde de barcelona
Xavier Trias: «Barcelona juega fuerte, pero no para ir en contra de Madrid»
El alcalde de Barcelona cree que la gente «se manifiesta no porque sea independentista, sino porque la situación actual no es viable»
MARÍA JESÚS CAÑIZARES
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, concede a ABC una entrevista con motivo del estreno de Abc.es/barcelona. Apuesta por el turismo y el comercio de proximidad, y no descarta convocar una consulta popular sobre la transformación de las plazas Cataluña y Urquinaona. Asegura ... que ciudades como Barcelona, Madrid, Baleares, País Vasco y Valencia son las que sacarán a España de la crisis.
-¿Qué le sobra y qué le falta a Barcelona?
-En Barcelona nos falta trabajo y nos sobra paro, hay que generar actividad económica. Eso no sucederá de golpe, pero estamos en ello. Si puede ser en el ámbito tecnológico o con un valor añadido, mejor. Pero hay gente que critica el turismo, y este sector da trabajo a gente que no necesita una formación muy especializada y da salida a personas que antes estaban en el sector de la construcción.
«Barcelona compite con Nueva York,, Roma, Madrid y París, que son más caras»
-¿Barcelona es una ciudad cara?
-En comparación con otras ciudades, no. Nosotros competimos con Nueva York, Milán, Roma, Madrid, París o Munich, que son más caras.
-Pero el transporte público se ha encarecido este año de forma muy importante…
-Este es un tema que no es exclusivo del Ayuntamiento, es del Área Metropolitana (presidido por Trias y donde la gestión del transporte público es gestionado por CiU, PSC, ICV-EUiA y ERC). En los últimos años se ha acumulado una deuda que era insoportable, 500 millones de euros. Y el Estado ha disminuido sus aportaciones al transporte. Las administraciones debemos poner más dinero entre todos, gestionar bien y hacer un buen plan de empresa. La política social más grave es gastar más de lo que se tiene.
-A pesar de ello, en los presupuestos municipales para 2014 se ha aumentado el gasto social.
-Lo hemos aumentado en un 7%. Cuando tienes una ciudad que va bien desde el punto de vista de la inversión, tenemos que marcar prioridades, y éstas son la política social y crear actividad económica. Estas son nuestras dos grandes obsesiones.
-Hay una rivalidad eterna entre Madrid y Barcelona, pero usted ha apoyado abiertamente la candidatura olímpica de Madrid. ¿Hay algo de pose en ese enfrentamiento?
-Yo no estoy en contra de Madrid, quiero que vaya bien, igual que Sevilla o Valencia. Pero yo quiero ser un referente, jugamos a estar en primera fila. Si Madrid también lo está, magnífico. Yo intento competir, ser mejor. Que la Feria de Barcelona vaya bien, que el aeropuerto de Barcelona esté en primera línea. Pero no para ir contra Madrid. Esto no es fútbol.
-¿El debate identitario entierra la posibilidad de una bicapitalidad en España, como hay en otros países?
-Barcelona quiere ser una capital muy importante, no solo de España, sino del Mediterráneo. Queremos ser la capital de la catalanidad. Y compartir. Ser capital de Cataluña, si no ayudas al resto de los pueblos y ciudades catalanas, no tiene sentido. Las cosas deben hacerse buscando colaboración. Algunos nos preguntan por qué hemos ayudado a Madrid a ser olímpica. Pues porque a nosotros nos va mejor que Madrid tenga los Juegos que los tenga Tokio.Yo apuesto por Madrid. Pero si somos referente de la telefonía móvil, y el Gobierno español nos ha ayudado, y una empresa de este sector se quiere instalar en España, debería hacerlo en Barcelona. Eso en Madrid no lo entienden. Durante mucho tiempo, en este país ha sido muy centralista y se ha cometido el error de descentralizar competenciar, pero sin la correspondiente partida presupuestaria. Eso acaba mal. Yo lo he vivido con la sanidad (Trias fue consejero de Sanidad con el Gobierno de Jordi Pujol).
-Barcelona tiene fama de ser una ciudad insegura, quizá debido a las campañas de otras ciudades que compiten en turismo.
-Cuando una ciudad tiene mucho éxito, mucho turismo y muchos eventos, hay más inseguridad. Pero yo creo que tenemos un buen nivel de seguridad. Las leyes presupuestarias no nos permitían cubrir las jubilaciones de guardias urbanos, pero el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha portado bien y hemos podido cubrir plazas de esta policía y de los Bomberos. Tenemos el problema de que la Generalitat no puede cubrir, por motivos económicos, las plazas necesarias de Mossos d’Esquadra que deberían prestar servicio en Barcelona. Pero hemos encontrado un grado de colaboración importante entre Mossos y Guardia Urbana. Podría mejorarse, pero Barcelona no es una ciudad insegura.
-Una revuelta por un asunto urbanístico como lo ocurrido en el barrio de Gamonal de Burgos ¿es impensable en Barcelona?
-Siempre puede pasar, sobre todo si intentas hacer cosas sin acuerdo. Tu llegas como alcalde, crees que debes hacer una cosa de una manera y hay líderes vecinales, que no siempren representan a todo el barrio, pero tienen una idea muy concreta diferente a la tuya. Hacer cosas en contra de esa voluntad es un disparate.
«Los de Burgos puede pasar en Barcelona si intentas hacer las cosas sin acuerdo»
-El sistema de referendos, como el que se hizo con la reforma de la Diagonal durante el mandato de Jordi Hereu (PSC) ¿es una buena opción en ese sentido?
-Yo creo que es bueno hacer consultas si se sabe lo que se quiere, sin tomar parte. Lo que es un error es hacer una consulta intentando imponer lo que tú quieres. Entonces se te gira en contra. Con los horarios comerciales, por ejemplo, tienen que ser los comerciantes los que decidan, no el político. Lo de Burgos es como si nosotros quisiéramos cambiar la avenida Diagonal sin el acuerdo de comerciantes y vecinos. Los partidos municipales piden una consulta sobre los Juegos olímpicos de Invierno. Pero no tiene sentido si los partidos no están a favor del sí. Hereu planteó un proyecto para la avenida Diagonal en el que siempre pasaba el tranvía y se perdía tráfico. Tú puedes ofrecer alternativas, pero no hacer una consulta para que voten lo tuyo, porque entonces la gente se enfada y se pierde. Además el sistema informático no funcionó, fue un desastre.
-¿En esta legislatura piensa convocar alguna consulta?
-ERC planteaba hacer una consulta sobre la reforma de las plazas Catalunya y Urquinaona, eso es algo que se puede hacer si la gente quiere cambiar. Yo he vivido en Suiza y contínuamente hacen consultas.
-¿El proceso independentista que se vive en Cataluña puede perjudicar a Barcelona?
-Yo creo que no, lo peor que le puede pasar a Barcelona es lo que pasa ahora, que es que la Generalitat está arruinada. Si no se cambia el modelo autonómico, no hay salida. Se debe tomar una decisión. Y fuera de Cataluña no veo ningún liderazgo, pese a las discusiones, aquí sí hay una persona que lidera el proceso, que es el presidente Artur Mas. El PP no quiere la consulta ni la independencia, pero tampoco plantea una alternativa. Podría proponer, por ejemplo, un Estado plurinacional. Lo que está claro es que si seguimos igual, este motor se parará. Que no se enfaden los demás, pero quienes pueden sacarnos de la crisis son Barcelona, Madrid, Baleares, País Vasco y Valencia. Lo que es imposible es la situación actual. Yo no hablo de independencia, sino de “no dependencia”. La dependencia actual de Cataluña del resto de España no es viable. La gente no se manifiesta porque sea independentista, sino porque está enfadada y piensa que la situación actual no es viable. No es viable porque el tripartito arruinó a Cataluña. Debe haber solidaridad entre territorios, pero el sistema de financiación actual no funciona, no está bien montado. Cuando la economía va bien, queda disimulado, pero cuando no, es un desastre.
-¿Es difícil ser alcalde de una ciudad como Barcelona?
-Es muy bonito, no es fácil serlo sin mayoría absoluta. Es un momento complicado, tenemos una ciudad potente y gran proyección, pero nos afecta la coyuntura general de España y Cataluña, y hay gente que lo está pasando muy mal, hay unas cifras de paro muy altas. Entonces se produce esta dualidad.
-Lo decía porque hay quien piensa que la marca Barcelona ya tira y que eso provoca que el Ayuntamiento se deje llevar por la inercia...
-Eso lo dice la oposición. Es verdad que tiene una marca muy potente, pero se tiene que cuidar. Jugamos muy fuerte con el tema del Mobile Congress, Smart Cities, así como en la proyección exterior del deporte y en la participación en los acontecimientos ligados a transformaciones urbanísticas.
-¿Qué tiene Barcelona que gusta tanto?
-El clima, es una ciudad mediterránea. Su cultura… Es una ciudad tolerante pese a las circunstancias económicas, Una ciudad portuaria con una personalidad muy especial.
«El Raval y La Ribera de los años cincuenta eran un desastre, se han transformado, pero para bien»
-¿Puede que Barcelona haya perdido ese acento canalla y arrabalero en favor de un exceso de diseño, que algunos barrios hayan perdido su fisonomía?
-Si la fisonomía es las Ramblas de los años 50, sí que se ha perdido, pero es que era un desastre. La gente no explica la verdad. El Raval de los años cincuenta eran un desastre. El barrio de La Ribera se ha transformado, sí, pero yo creo que en positivo. Hay lugares que mantienen una personalidad muy acusada como Sarrià o Gràcia o Sant Andreu o Sants. ¿Qué prefiere la gente, el paseo de Gràcia de los bancos o el de las tiendas de lujo? Yo he vivido ese paseo con tiendas como “Bel”, “Santa Eulàlia”… Ese era el lujo de los años cincuenta. Después los bancos se quedaron muchas de esas tiendas. Ahora asistimos a la de las tiendas de lujo. Creo que eso ha generado una gran actividad económica que beneficia a la ciudad.
-¿Qué postura tiene sobre la liberalización de los horarios comerciales? Un turista puede lamentar venir durante un puente festivo y no poder comprar.
-Los horarios comerciales es una discusión de los domingos de 11 de la mañana a las 5 de la tarde. Antes y después de esas horas nadie va a comprar. Creo que la mayoría de comerciantes opina que no es bueno abrir porque rompe el equilibrio. Otros proponen señalar algunos domingos. Haremos lo que acuerde el mundo del comercio, bajo la premisa de que apostamos por el comercio de proximidad. A mí no me interesa que los ejes comerciales de los diferentes barrios de Barcelona sufran. Si liberalizar los horarios favorece a las tiendas de Ciutat Vella o paseo de Gràcia, pero perjudica el Eje Maragall, pues no me interesa. Necesitamos un comercio extendido por la ciudad. Hemos hecho estudios que advierten de esa afectación.
-¿Existe una Barcelona desconocida?
-Está llena de rincones desconocidos. Barrios tan importantes como el de La Ribera, con el Born o la calle Montcada, incluye callejones con tiendas que son una joya para la ciudad y que interesa al mundo del arte, la cultura, la fotografía o el diseño. Esto lo debemos publicitar. Hay otros lugares cuyos habitantes no tienen ningún interés en ser descubiertos, porque son zonas tranquilas, con casitas bajas que se han mantenido.
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