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La contaminación tiñe la historia

El aire de las ciudades deja una costra negra sobre los monumentos que daña su estructura

Puerta de Alcalá. Archivo

José A. González

«Ahí está viendo pasar el tiempo… la Puerta de Alcalá» cantaban Víctor Manuel y Ana Belén al monumento del S.XVIII de Francisco Sabatini. Más de 300 años de historia en lo que ha visto pasar coches de caballos, tranvías y muchas furgonetas, coches ... y motos y que han dañado su salud. Un mal que se extiende por los confines de todo el planeta y se ve en la estatua dedicada a Cristóbal Colón en Barcelona, o en el Acueducto de Segovia, o en el mítico Arco del Triunfo de los Campos Elíseos parisinos.

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