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cultura

El libro compartido

Dentro de las bibliotecas hay una actividad especialmente gratificante: la de los clubes de lectura, que consiguen que ésta no constituya un ejercicio solitario, sino compartido

El libro compartido s.s.

santiago sastre y rafael gonzález casero

Que leer es algo apasionante no necesita ninguna justificación . Creemos que existe un nexo entre la lectura y la felicidad, que gracias a los libros podemos amueblar nuestra imaginación y ampliar también los límites de nuestro mundo (más allá de las cárceles particulares de nuestra situación personal y del sitio donde vivimos) . Es verdad que los libros a veces son caros, que no encontramos el que deseamos leer , que ya no hay ediciones del que pedimos, que buscamos alguna publicación antigua, etc. Y es aquí donde destaca la importancia de las bibliotecas públicas .

Las bibliotecas públicas, esparcidas por los barrios y los pueblos, son islas donde se encuentra el tesoro de la cultura . Allí vamos a sacar libros, a consultar volúmenes, a estudiar, a encontrar un rato de reposo para leer y escribir (Marx, por ejemplo, escribió sus obras en una biblioteca) sin que seamos molestados por nadie; también en ellas surgen amistades e incluso historias de amor. No obstante, en la lectura cada uno construye una pequeña habitación de soledad en la que se produce ese fantástico encuentro entre el libro y el lector .

Pero dentro de las bibliotecas hay una actividad especialmente gratificante: la de los clubes de lectura . En efecto, los clubes de lectura consiguen que ésta no constituya un ejercicio solitario, sino compartido . Los integrantes de estos clubes se ponen la tarea de leer un libro y después lo comentan, lo critican, lo alaban; es decir, ponen en común la experiencia personal de su lectura . Es fantástico advertir cómo cada libro admite muchas interpretaciones. Pero no sólo es eso. Los clubes de lectura son escuelas de escucha, de expresión oral, de reconocer el valor de las experiencias de los demás, de comprender que opiniones distintas también se fundamentan con razones, de aprender que lo que a uno le gusta no tiene por qué gustarle a los demás, de gozar por coincidir en la interpretación de capítulos o pasajes emocionantes …Incluso por utilizar una idea de Tocqueville, se podría decir que los clubes de lectura son escuelas dónde se aprende a ser demócrata.

Con el ánimo de realizar un breve enfoque histórico, podemos señalar que en sus publicaciones sobre éste fenómeno, Blanca Calvo -Directora de la Biblioteca Pública del Estado de Guadalajara- señala que el origen en España de estos clubes de lectura se vincula con la Biblioteca de Guadalajara y las bibliotecas populares de Madrid, a mediados de la década de los 80 . Blanca Calvo apunta cuatro elementos comunes que, de manera general, definen a los clubes de lectura, y que se extraen de una encuesta realizada a través de Internet. Estos elementos son : 1) se trata de una práctica bibliotecaria ; 2) el gusto de los componentes de los grupos acaba llevándolos a encontrarse con otros clubes ; 3) suele haber actividades lúdicas o gastronómicas que acompañan o complementan las sesiones de debate centrado estrictamente en la lectura; 4) la mayoría de sus miembros son mujeres.

Sin duda, creemos que la felicidad que proporciona la lectura aumenta cuando es compartida con el parecer de los de más. Por eso es tan relevante cuidar o mimar estos clubes de lectura que han surgido no sólo en torno a las bibliotecas, sino también en las librerías (un ejemplo toledano es el Club de Novela Negra de la Librería Taiga, que acaba de celebrar los 40 años de la aparición del detective Pepe Carvalho con una sesión especial sobre Vázquez Montalbán que terminó, después, con una cena en torno a un arroz con bogavante)

El pasado 24 de octubre se celebró el Día de las Bibliotecas Públicas y con ese motivo s e presentó en el Ayuntamiento de Toledo el libro «Comer y leer. Recetas de cocina de los Clubes de Lectura de la provincia de Toledo» . El libro fue dirigido y coordinado por la activa (aunque, ay, se acaba de jubilar) Directora de la Biblioteca del Barrio de Santa Bárbara, Manuela Gonzálvez. El texto se compone de recetas de cocina (dispuestas en orden alfabético) que han sido escritas por miembros- sobre todo mujeres- de muchos clubes de lectura de bibliotecas públicas de Toledo y su provincia . La obra ha sido publicada por la Editorial Ledoria, que, por cierto, acaba de abrir una pequeña librería con sus fondos en el tramo final de la calle del Ángel, con el escritor incombustible Jesús Muñoz al frente.

Es importante destacar que son muchas las bibliotecas que desarrollan una actividad intensa de acercamiento a los lectores : promoviendo encuentros con los escritores u ofreciendo recomendaciones e información a través de una página web o de un blog. Entre las bibliotecas de la provincia de Toledo que cuentan con c lubes de lectura muy activos podemos señalar, entre otras, las de Añover de Tajo, Bargas, Mocejón, Noblejas, Olías del Rey, Orgaz, Talavera de la Reina, Urda o Villaminaya . Por su parte, en la provincia de Albacete e xisten nada menos que 249 clubes de lectura , que el pasado mes de mayo celebraron su décimo encuentro provincial. La Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real cuenta con diversos clubes de lectura infantiles y para adultos ; como nota destacable, ésta biblioteca ofrece la posibilidad no sólo de unirse a los clubes establecidos, sino de crear nuevos con propuestas generales o especializadas ( por ejemplo, en idiomas). En el seno de la biblioteca de Guadalajara encontramos, además de los tradicionales de narrativa, clubes sobre ensayo, en clave psicológica, en inglés, italiano o de historia . La biblioteca pública de Cuenca, por su parte, pone a disposición de los clubes de lectura un servicio de préstamo colectivo que facilita el desarrollo de una labor continuada y poco gravosa para sus integrantes.

En este contexto de crisis económica, en el que se resienten los recursos para comprar libros y contratar personal, hay que animar, y sobre todo alabar, la labor de éstas bibliotecas y las de los clubes, que son como su alma. Resulta necesario que las bajas de los bibliotecarios se cubran con nuevo personal. Y lo que nos parece una anomalía es que la Bilioteca madre de todas las bibliotecas, la de Castilla la Mancha, lleve más de cuatro meses sin director al frente. Independientemente de que, como en toda organización jerarquizada, alguien esté lidiando con la situación al asumir la dirección de forma accidental, creemos que lo deseable es que se designe cuanto antes a la persona que debe hacerse cargo de las riendas.

La cultura es la herramienta que nos ayudará a salir de la crisis, tanto en un ámbito personal como colectivo, porque nos ayuda a abrir y enfocar nuevos caminos. Por eso hemos insistido en que hay que tener mucho cuidado con los recortes en materia de educación ¿Por qué? Porque afecta a una cuestión fundamental de la vida del hombre, y si ésta se resiente, se pueden producir daños irreparables. Ojalá toda esta labor de las bibliotecas públicas y de los clubes se mantenga contra viento y marea porque están en juego muchas cosas. Ni más ni menos que una importante parcela de la felicidad de las personas. Leyendo un libro se nos olvida ese come-come negativo al que nos conduce la dichosa crisis y que algunos se empeñan en recordarnos cada día, cada minuto, como una cantinela cansina y negativa.

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