Piñera cambia su gobierno tras el varapalo electoral en las municipales

Este lunes por la tarde, una semana después del revés electoral que sufrió su coalición al perder algunas de las principales alcaldías, Piñera abrió las puertas de su gabinete para que salgan a competir los ahora exministros Laurence Golborne (Obras Públicas) y Andrés Allamand (Defensa). Ambos aspiran a suceder a Piñera en el Palacio de La Moneda.

Golborne -que buscará la nominación como candidato único del oficialismo con el apoyo de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI)- se hizo famoso cuando era ministro de Minería: en octubre de 2010 dirigió el rescate de 33 mineros que se quedaron atrapados a más de 700 metros de profundidad. Desde entonces su popularidad se sitúa por encima del 60 por ciento. Su carrera política ha sido meteórica.

La trayectoria de Allamand comenzó cuando era un dirigente estudiantil opositor al gobierno socialista de Salvador Allende. Integrante de una derecha más liberal, mantuvo un apoyo crítico a la dictadura de Pinochet . Con el regreso a la democracia llegó al Congreso primero como diputado y luego como senador. Es un animal político que sabe de triunfos y derrotas.

Los dos candidatos al sillón presidencial se enfrentarán probablemente en unas primarias, fijadas por ley para junio del año próximo. Hasta entonces competirán para ganarse la adhesión de la derecha.

Allamand con su trayectoria en la vida política, conocedor de los laberintos del poder. Y Golborne con su «historia de vida», como dice él, que incluye sus orígenes de clase media, «una hermana comunista y un hermano de extrema derecha», y una carrera de éxito como ejecutivo de grandes consorcios chilenos.

En La Moneda, mientras tanto, Piñera tuvo que ajustar su equipo electoral para iniciar un adelantado año del «pato cojo». Rodrigo Hinzpeter pasó del Ministerio de Interior al de Defensa. Y a cargo de la jefatura del gabinete nombró al hasta ahora portavoz de Gobierno, Andrés Chadwick , su primo hermano.

Piñera ahora verá cómo el debate político y la atención pública se desplazará hacia los dos exministros que buscarán la nominación presidencial de la derecha, que se enfrentará a una oposición aparentemente fortalecida de las elecciones municipales.

Como los boxeadores, los candidatos oficialistas harán «pelea de sombras», ya que la más probable candidata opositora, la expresidenta Michelle Bachelet , estará hasta fin de año en Nueva York, donde ejerce como directora de ONU-Mujeres. Solo entonces se sabrá si está dispuesta a lanzarse a por un nuevo mandato presidencial.