«Me parece bien que haya gente que se solidarice con los deshaucios», señalaba anoche en «Salvados» el juez Santiago Vidal, que vaticinaba que, si continúan este tipo de protestas, «antes de dos años la ley hipotecaria se habrá cambiado en este país y ... habrá daciones en pago».
El magistrado emitía estas afirmaciones dentro de un nuevo capítulo del programa de La Sexta, que versaba sobre la desobediencia civil y recogía el testimonio y la opinión de expertos en la materia que tenían diferentes ideas de los posibles efectos de tales manifestaciones de rebeldía social. Además, Vidal, que en su día se encargó de sentenciar a los insumisos del servicio militar en Cataluña, explicaba que, desde el punto de vista jurídico, «la desobediencia civil no es un delito» .
Por su parte, Ignacio Ramonet , director de «Le Monde Diplomatique», opinaba también que el movimiento contra los deshaucios es «muy legítimo» y explicaba que «desobedecer no es ir en contra de la democracia», puesto que es la única herramienta de lo que para él es el «el cuarto poder: la opinión pública».
Pero para Pedro Núñez Morgádez , ex delegado del Gobierno en Madrid, la desobediencia civil supone un peligroso camino hacia el caos ciudadano. Así, en su opinión, acciones como la de negarse a pagar los peajes «no se pueden aceptar, porque si nadie pagara, esto sería una anarquía». Así, para el excargo del PP, nuestra democracia «funciona porque hay unas normas y no se puede hacer de Robin Hood».
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