Las restricciones de Cristina Kirchner a las importaciones lastran la economía argentina

Lo cierto es que las dificultades añadidas para introducir y vender un producto dentro del país sudamericano han propiciado que el mercado de lujo sea el primero en poner pies en polvorosa . Marcas como Ralph Lauren, Cartier, Louis Vuitton y Escada, entre otras. En cambio, algunas como Pulenta o Lacoste han optado por mantener su negocio a la vez que se dedican a la exportación de productos locales ya que en este caso, el Gobierno de Kirchner «premia» a las empresas eliminando las trabas comerciales.

La expropiación del 51% de YPF a Repsol en una carambola del Gobierno por potenciar la economía local también marcó un antes y un después en las relaciones de la economía argentina con el exterior. Tras el golpe a la empresa española y las quejas de varios estados, la Organización Mundial de Comercio (OMC) decidió un mes después llamar a consultas a Argentina pero el estado sudamericano contraatacó alegando el bloqueo al biodiésel. El Gobierno argentino resultó victorioso en esta primera batalla al prohibir la UE cualquier castigo al combustible ecológico del país.

Peso a ello, la situación no es positiva para los argentino. Tanto el aumento de aranceles a los productos extranjeros como la elevada inflación de casi dos dígitos (9,9% en el segundo trimestre de 2012) y la política cambiaria están pasando factura a la economía del país. Los datos de abril a junio así lo demuestran: la formación bruta de capital (inversión) cayó un 15%; el PIB registró un crecimiento nulo frente al 9,1% del mismo trimestre de 2011; y la creación de empleo se redujo en los dos últimos trimestres, por primera vez desde 2002, hasta subir al 7,2%.

Las razones del empeoramiento podrían encontrarse en la política aplicada desde la Casa Rosada. «En Argentina, la fuerte contracción se explicaría en gran medida por el control de cambios recientemente aplicado y las restricciones a las importaciones», reitera el informe de la institución presidida por Luis Linde.

Sin embargo, también hay buenas noticias en algunas áreas: el sector industrial sí muestra «síntomas de revitalización» en la economía del país. Y el consumo privado , pese a la inflación, siguió aumentando un 4,2%.

Cristina Kirchner se ha empeñado en defender el peso a través un ataque a la moneda extranjera para evitar la fuga de divisas . Los argentinos tienen prohibido comprar moneda extranjeras y destinarlas a cuentas de ahorro o a comprar inmuebles.

Debido a ello, la retirada de depósitos en la moneda estadounidense ha subido una desorbitada tasa del 45%, lo que equivale a 6.500 millones de dólares y a la fuerte caída de la inversión a la que aludíamos en los primeros párrafos.