Anne Hidalgo, de la bahía de Cádiz a la alcaldía de París

Delanoë fue elegido por vez primera alcalde de París el 2001. En su día, la cosa fue un aldabonazo. Delanoë es francés de origen tunecino, uno de los primeros políticos franceses que anunciaron públicamente su homosexualidad, como candidato socialista.

Hidalgo llegó con Delanoë a la alcaldía de París, como primera adjunta. Comenzaba la brillante carrera de la hija de un emigrante andaluz, que había salido de España, en 1961 , emigrante económico, con esposa y dos hijas: Marie, la mayor (gerente de una empresa en Los Ángeles, California, hoy), y Anne, nacida en la bahía de Cádiz dos años antes.

Recuerdo a Anne Hidalgo instalada en su gigantesco primer despacho de la alcaldía de París, hablando un español afrancesado con mucho acento andaluz, con la severidad de una flamante inspectora de finanzas (francesa) que tenía una visión bastante centralista de España y la lucha contra el terrorismo .

Han pasado algunos años. Anne Hidalgo se ha convertido, con Manuel Valls -ministro del Interior, hijo de uno de los grandes pintores figurativos españoles del último medio siglo- y Aquilino Morelle -hijo de otro emigrante español, convertido en mano derecha del presidente Hollande- en una de las figuras emergentes del nuevo socialismo español. Si la Francia gubernamental conoce un poco mejor España se debe hoy a personalidades como Hidalgo, Valls y Morelle.

Cuando Delanoë anunció que no volvería a ser candidato a la alcaldía parisina, el 2014 , a nadie le sorprendió que Hidalgo decidiese avanzar su candidatura. Dicho y hecho, la niña gaditana es hoy candidata a la alcaldía de París, cuando el resto de sus posibles rivales prefieren para mucho más adelante entrar en una larga e incierta batalla electoral.

Anne Hidalgo, por el contrario, incluso ha vuelto a su ciudad natal, San Fernando, para celebrar una reunión de trabajo de una asociación más o menos federalista, el Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE), que dice trabajar «en favor de la democracia local y la contribución de esta a la construcción política de Europa». Vasto programa, con lo que está cayendo. Razón más que suficiente para volver a la ciudada natal y celebrar el reencuentro escuchando cantes festeros, tomando fino y celebrando una comilona de la tierra, con pescados de estero, tortillas de camarones, berza gitana, rabo de toro estofado, los platos canónicos de La Venta de Vargas, donde la niña gaditana convertida en política francesa se ha reunido con sus amistades europeas.