Los portugueses emigran a Angola forzados por la crisis
Se calcula que 130.000 viven en la antigua colonia africana, donde hay demanda de trabajadores cualificados
belén rodrigo
Emigrar sigue siendo una salida para aquellos portugueses que buscan una mejor vida que la que les ofrece su país, con una constante subida del paro y una economía muy dañada. Entre los destinos más solicitados, Angola representa para muchos Eldorado, tierra de ... oportunidades, buen nivel de vida, sueldos elevados y el diamante en bruto de África.
Se calcula que 130.000 portugueses viven y trabajan en el país africano, que sigue en construcción, y con necesidad de mucho personal cualificado. Angola ha vivido cuarenta años en guerra, entre los conflictos coloniales y civiles, y todavía hay mucho por hacer y reconstruir. De ahí que desde Portugal se vea como un interesante mercado tanto para invertir en él como para exportar los productos lusos.
En 1975, cuando Angola alcanzó la independencia, 300.000 portugueses regresaron a la península. Ahora, 38 años después, la situación está invertida. Según los datos del Observatorio Portugués de la Emigración, el número de portugueses en Angola pasó de 21.000 en el 2003 a 91.900 en el 2010, lo que supone que el número se cuadriplicó en el plazo de siete años. Entre los registrados oficialmente (casi cien mil) y los no registrados se calcula que existen ahora alrededor de 130.000 portugueses en Angola, siendo Luanda y Bengala las ciudades más solicitadas.
Las remesas también son una prueba del aumento de la presencia lusa en Angola. Según el Banco de Portugal, hasta junio de este año, las remesas de emigrantes en Angola llegaron a los 115 millones de euros.
Formación, recursos humanos, turismo y construcción son algunos de los sectores que más necesitan personal cualificado. Angola crece y para ello necesita profesionales en las áreas de las tecnologías de la información y del turismo, entre otras. A cambio de un buen salario y muchos desafíos, los portugueses no dudan en hacer las maletas y saltar de continente. Sin embargo no es oro todo lo que reluce y el alto coste de la vida en Angola así como la inseguridad que se vive en sus calles, llevan a muchos portugueses a desistir de su sueño o a regresar a mitad de camino.
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