Bloodhound, el coche a punto de superar el récord de velocidad en tierra firme

La semana pasada, el equipo técnico del proyecto Bloodhound realizó con éxito en un aeropuerto al norte de Cornualles el primer test completo del cohete que propulsará el vehículo supersónico denominado BloodhoundSSC. Ha sido diseñado por ingenieros británicos con el objetivo de batir el récord de velocidad en tierra pero, sobre todo, para intentar en 2014 superar las 1.000 millas por hora (1.610 km./hora), equivalente a Match 1,4. Una velocidad superior a la de una bala disparada con una Magnum 357.

El proyecto está financiado con donaciones privadas y dirigido por Richard Noble, el emprendedor escocés y «genio de la velocidad» que en 1983 batió él mismo el récord británico de velocidad en superficie terrestre. Quince años más tarde, Noble estaba también detrás del prototipo con el que el piloto Andy Green se convirtió, en 1997, en el primer hombre en romper la barrera del sonido en superficie, estableciendo un récord aún vigente que la pareja Noble-Green quiere superar en 2013, y pulverizar en 2014.

El vehículo con el que lo intentarán mide 14 metros de largo y tres de alto, y es un híbrido de coche de F-1 en la parte delantera, con una cabina de fibra de carbono monocasco, y avión supersónico en la trasera. La semana pasada, el primero de una quincena de ensayos para poner a prueba el cohete que lo propulsa generó el ruido más estruendoso del Reino Unido, 185 decibelios. Un sonido muy superior al que emite un caza volando sobre una población.

El Bloodhound está impulsado por un motor como el del Eurofighter, un segundo motor de F-1 tipo Cosworth (fabricados por una empresa inglesa con una larga tradición en las carreras de coches) y un cohete híbrido, un entramado mecánico que le dará una potencia de unos 135.000 caballos y una fuerza superior a la del viejo Concorde .

Gran parte de estas piezas trabajaron juntas por primera vez durante unos pocos segundos la semana pasada. Mientras los ingenieros afinan el vehículo, 300 personas se dedican ya a retirar objetos y escombros de Hakskeen Pan, una zona desértica al noroeste de Sudáfrica, con una superficie de 19.000 por 500 metros, elegida para ser el escenario del intento de superar las mil millas por hora (o 1.600 km./hora) dentro de dos años.

Mientras tanto, el público ha reaccionado con entusiasmo ante un proyecto que, según explica Noble a la BBC, «recibe unos 30.000 euros cada mes de donativos privados», un precioso acicate para animar a los patrocinadores privados que deberán sustentar el nuevo sueño del escocés por al menos dos años más.