JUEGOS OLÍMPICOS | GIMNASIA ARTÍSTICA
Londres 2012: Las medallas más amargas
La gimnastas McKayla Maroney y Lu Sui, incapaces de esconder su decepción en el podio al no poder conquistar el oro
v. pérez
La cara de McKayla Maroney era un poema. Acababa de subir el podio tras el concurso de salto de caballo de gimnasia artística, pero era incapaz de esconder su decepción al no poder conquistar la medalla de oro. La joven atleta de 16 ... años, gran favorita en la prueba, tuvo que conformarse con la medalla de plata.
El enfado se gestó una semana antes del concurso individual. En la final por equipos Maroney ayudó a Estados Unidos a ganar la medalla de oro con un salto casi perfecto con el que logró la mejor puntuación de toda la historia. La joven consiguió la gesta pese a que compitió con un dedo roto , un minúsculo detalle para una campeona de una disciplina tan exigente. «A veces hay que saber superar el dolor y hacer lo que haces todos los días», sostuvo antes de saltar.
La lesión no hizo que sus rivales respiraran lo más mínimo. Maroney era la gran favorita para destrozar al resto de participantes en el concurso individual. Abrió con un gran salto con el que recibió un 9.666 de los jueces y todo apuntaba al primer escalón del podio, pero en el momento decisivo falló. Maroney midió mal y su trasero fue directamente al suelo , aunque ella apenas inmutó. Adiós a la gloria, tenía que conformarse con la plata.
Las dos caras de la plata
La imagen llegó a la hora de recoger las medallas. Maroney esperaba su turno con imagen contrariada, incapaz de esconder su decepción por no ganar, pese a obtener la medalla de plata. Insuficiente para ella. «No puedo culpar a nadie excepto a mí» , explicaba después. Su imagen se convirtió en un fenómeno viral en internet en cuestión de horas con decenas de montajes agrupados en un Tumblr titulado «McKayla no está impresionada» .
La cara de Maroney contrasta con la de otros favoritos que no han conseguido de subir al primer cajón del podio en los Juegos de Londres. Yelena Isinbayeva , doble campeona olímpica y plusmarquista mundial, recogió su medalla de plata con una ligera sonrisa con la que intentaba tapar su decepción, aunque al final se le escaparon algunas lágrimas.
Roger Federer también apuntaba al oro en tenis, pero tuvo que conformarse con la plata tras una final sobresaliente de Andy Murray. El suizo, mostró en el podio una imagen de digno perdedor al lado del escocés, exultante tras ganar en el escenario donde semanas atrás perdió la final de Wimbledon.
Peor llevo el trago la gimnasta china Lu Sui , campeona del mundo en barra de equilibrio, que se quedó a solo una décima de lograr la medalla de oro. Lloró sin consuelo en el podio, reflejo de una disciplina en la que nadie regala nada. «Estoy muy contenta por haber ganado la medalla de plata», trataba de convencer Maroney horas después a los medios. «De verdad que lo estoy», sentenció.
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