Putin firma la ley que considera «agentes extranjeros» a las ONG con financiación extranjera

Incumplir esta nueva ley expondrá a las organizaciones y sus dirigentes a multas de hasta 300.000 rublos (unos 7.500 euros) y a penas de prisión de hasta dos años. El proyecto inicial preveía sanciones aún más duras que, tras los debates, han sido suavizadas ligeramente.

En cualquier caso, según Mijáil Fedótov , que encabeza el Consejo de Derechos Humanos anexo a la Presidencia, las ONG rusas que tratan de promover la democracia en Rusia y el respeto a los derechos humanos van a tener más difícil desarrollar su labor de ahora en adelante. Cada tres meses deberán presentar a las autoridades un informe de su actividad y una vez al año deberán someterse a una auditoría de sus cuentas.

La ONU, en boca de su alta comisionada para los derechos humanos, Navy Pillay , ha criticado la ley así como el Departamento de Estado norteamericano. Moscú ha respondido a los reproches calificándolos de «injerencia» en los asuntos internos de Rusia.

La veterana Ludmila Alexéyeva , jefa del Grupo de Helsinki de Moscú, ha manifestado que renunciará a recibir ayuda extranjera para no tener que incluir su ONG en la «lista negra» que el Kremlin se dispone a crear para tratar de evitar que resurja el movimiento de protesta por el fraude perpetrado en las elecciones legislativas de diciembre y las presidenciales de marzo. Putin cree que aquellas movilizaciones fueron instigadas desde fuera del país y apuntó directamente a Estados Unidos.

Pillay ha denunciado recientemente la aparición en Rusia de varias leyes que, según su opinión, «tendrá un grave impacto negativo en los derechos humanos». Citó en particular la firmada hoy por Putin, la que restringe el derecho de manifestación, el control sobre Internet y el endurecimiento de los castigos a la prensa por difamación.