Detenida la banda de aluniceros de «El Piojo», acusada de 50 asaltos

Dos de ellos son los recientes golpes en la tienda Loewe de Gran Vía, que ya adelantó ABC, y en un concesionario de Fuencarral, del que se llevaron 19 coches. La operación «Grinch» arrancó el pasado septiembre, en Valdemoro. Allí, «El Piojo» entró con sus secuaces y la emprendió a golpes con una empleada. Se llevaron sacas con 60.000 euros.

La voracidad de esta banda era extrema, hasta el punto de que salían a robar cuatro y cinco días a la semana. « El Piojo» es un tipo muy cotizado en este mundo del hampa, sobre todo por su manejo al volante, lo que le hace experto en huidas. La última vez que se le arrestó fue con su hermano, cuando intentaron robar un alijo de drogas de los juzgados de Valdemoro disfrazados de guardias civiles.

Desde septiembre, los asaltos se fueron sucediendo por Madrid, Toledo, Guadalajara y Cuenca: tiendas de motos, asaltos a camiones con tabaco, concesionarios de coches, etcétera. Entre el resto de la banda están «El Calambre» (que no ha sido detenido aún) y «Benito» . De los seis detenidos, cinco han ingresado en prisión.

La semana pasada, pegaron un golpe en una tienda informática de Madrid, y luego se dirigieron a Alcalá de Henares a cometer otro robo. La Guardia Civil les sorprendió, pero la banda no dudó en embestir los coches patrulla y escapar. Hasta que el martes se procedió a la fase de explotación de la operación. Cuando iban a cazar a «El Piojo» (mote que le puso su madre), intentó escapar escondiéndose en el falso techo de su casa, pero dieron con él.

Se han practicado registros en Aranjuez (donde tenían una nave para “maquillar” los coches robados y venderlos en el mercado negro), El Ventorro de la Puñalá (Getafe) y Seseña. Precisamente en esta localidad se había comprado un chalé el cabecilla, que también conducía coches carísimos. Todos tienen entre 40 y 50 antecedentes. La operación ha sido comandada por el Grupo de Dirección Operativa de la Comandancia de Madrid y el puesto de Valdemoro.