Trillo se perfila como embajador en EE.UU.

Para ilustrar la situación, García-Margallo echó mano de una anécdota de Franco. «Les voy a contar una anécdota muy conocida —dijo—. Franco tenía una próstata extraordinariamente resistente y un general que no la tenía tanto se metió en el río con él y le preguntó, cuando ya no podía más: “Mi general, he oído que yo podía ser ministro”. Y Franco le contestó: “Pues yo no he oído nada”». A continuación, agregó que en cuestión de nombramientos de nuevos embajadores sólo está resuelto el de Sudáfrica. Allí irá el diplomático Juan Ignacio Sell, que acaba de cesar como jefe de Gabinete de García-Margallo y antes lo fue con Trinidad Jiménez.

Trillo cuenta con el apoyo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y las reservas del ministro podrían venir, según algunas fuentes consultadas por ABC, de su deseo de que el nombramiento se hubiera conocido junto con otros más, debido a que se trata de un político y no de un diplomático. García-Margallo no deseaba que el segundo de los nombramientos de embajadores conocidos recayera precisamente en un político, ya que en su toma de posesión garantizó que los cargos de embajador serían ocupadas por diplomáticos, salvo cuando se trate de «personas extraordinarias en circunstancias extraordinarias».

Letrado del Consejo de Estado, Federico Trillo es miembro de la Ejecutiva del PP desde 1986 y desde entonces ha sido un miembro muy activo del partido. Junto con Rodrigo Rato, Francisco Álvarez Cascos y Juan José Lucas viajó en 1989 a la localidad gallega de Perbes para proponerle a Manuel Fraga el nombre de José María Aznar para presidir el PP. Mantuvo una especial relación con las autoridades estadounidenses cuando fue ministro de Defensa, entre los años 2004 y 2004 ya que fue la época en que se produjo el ataque a Irak, que el Gobierno de Aznar apoyó.

Otros dos políticos han sido embajadores en Washington en época reciente: el político y empresario José Lladó Fernández Urrutia fue el primer embajador tras la recuperación de la democracia y el académico Julián Santamaría lo fue en 1987, con el Gobierno de Felipe González, tras pasar cuatro años al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas.