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Un jersey para el pingüino más pequeño del mundo

El vertido del Rena está causando estragos en la avifauna de Nueva Zelanda. Las autoridades y los ecologistas se afanan en limpiarlos y mantener su temperatura corporal

efe

ruth pilar espinosa

El carguero Rena, con unas 1.700 toneladas de combustible pesado a bordo, encallaba a 12 kilómetros de la ciudad portuaria de Tauranga, en la Isla Norte, el 5 de octubre. Como resultado de la inmovilización y del mal estado del casco de la embarcación se vertieron al mar 350 toneladas de crudo . «El peor desastre ambiental de Nueva Zelanda en décadas», se lamentaron entonces las autoridades del país oceánico.

Pese a los esfuerzos destinados a la zona, como la colocación de barreras para proteger los hábitats marinos, por ejemplo, la preocupación aún continúa.

Desde que se produjo el incidente se han documentado el rescate de 268 aves y la muerte de medio centenar, «aunque nunca conoceremos la cifra total», reconocen Gobierno y ecologistas.

WWF se ha volcado en la protección de la variedad de pingüino más pequeña del mundo, el Pingüino azul ( Eudyptula minor ), localizada solo en Nueva Zelanda y Australia.

Alrededor de 120 ejemplares ya han sido recuperados por miembros de la organización en Monte Maunganui, área que concentra a casi 300 parejas de la especie, las cuales se encuentran en plena temporada de cría.

Esta mañana, Rabbit Island también amanecía inundada en petróleo. «Hemos encontrado 24 pingünos "bañados" en fuel, siete de ellos ya fallecidos», comenta un voluntario local, Dave Richards.

«En un esfuerzo por salvar la puesta de los individuos afectados hemos intentado dejar sus huevos al cuidado de otras parejas, pero, por desgracia, estas los han rechazado», comenta Rebecca Bird, directora del Programa Marino de WWF en Nueva Zelanda.

El pingüino azul busca refugio en madrigueras y grutas cercanas a la costa para depositar sus huevos. «Estos días se han encontrado con muchas rocas impregnadas en crudo. Si un pingüino trata de acicalarse e ingiere el combustible pesado puede enfermar», explica Bird.

Cómo se limpia un pingüino

El aseo comienza al día siguiente del rescate, dado que se trata de una experiencia estresante y conviene dar tiempo al animal para que se habitúe a su nueva localización, un centro de recuperación.

Los veterinarios aplican, en este caso, aceite de canola al plumaje de los ejemplares para suavizar el crudo y retirar la parte más gruesa. Después, echan mano de cepillos, detergente y agua a 41 grados (la temperatura corporal de los pingüinos) para lavar, restregar y enjuagar con mimo y acierto a las aves. Y tras 45 minutos de necesario «tensión» los individuos acaban bajo los focos de lámaparas secadoras, pensando, quizás, en lo que les deparará su próxima puesta en libertad.

«Nadar en agua limpia es fundamental para que puedan reacondicionar sus plumas», subraya el biólogo Jeremy Gray.

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