Merkel anuncia el apagón nuclear alemán para 2022
El cierre de las 17 centrales exigirá un esfuerzo financiero extra en las renovables
R. VILLAPADIERNA
Alemania se convirtió ayer en la primera potencia occidental que decide abandonar la energía nuclear a raíz de la catástrofe de Fukushima, con el acuerdo sellado por la coalición de Gobierno para desconectar, lo más tarde en 2022, la última de sus 17 centrales atómicas. ... Los analistas sitúan la decisión —que supone un giro radical en las posturas iniciales de la canciller, Angela Merkel— en el marco de la reciente derrota electoral de los cristiano-demócratas, y algunas voces la califican de «electoralista».
El pasado 27 de marzo, el partido de Merkel perdió su feudo de Baden-Wuerttemberg —que gobernaba desde hace casi 50 años— a manos de los Verdes. Por otro lado, desde el accidente nuclear de Japón los antinucleares no han cesado de manifestarse en las calles. La última protesta reunió a 160.000 personas en 20 ciudades de Alemania.
El acuerdo anunciado ayer implica el cierre inmediato de las siete centrales más antiguas del país —paradas de forma preventiva desde marzo— y de otra con problemas de funcionamiento, así como el mantenimiento en estado de «stand-by» de las tres más modernas hasta 2022 como plazo máximo, para eventuales emergencias. La dependencia alemana de la energía nuclear está estimada en la actualidad en el 23 por ciento.
Además, incluye una cláusula de revisión por la que durante el proceso de abandono de la energía atómica el Ejecutivo federal puede decidir adelantar el «apagón nuclear» definitivo, dependiendo del desarrollo de las renovables. La canciller agregó que el pacto busca además que para 2020 las energías alternativas supongan al menos el 40 por ciento de la producción eléctrica nacional y que se reduzcan sensiblemente las emisiones de CO2.
El riesgo de aumento de emisiones de CO2 es uno de los grandes interrogantes que plantea la decisión alemana, en especial si es el carbón y el gas quien toma el relevo.
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Una de las objeciones planteadas por la industria y las asociaciones de consumidores se refiere al eventual aumento de la factura de la luz. Según el Foro Nuclear, el precio de electricidad para el consumidor alemán desde que se cerraron las siete centrales nucleares más antiguas ha aumentado el 12%.
Otro fleco polémico: los partidos de la coalición de gobierno —cristianodemócratas (CDU), socialcristianos bávaros (CSU) y liberales (FDP)— decidieron mantener el impuesto al combustible nuclear que deben pagan los consorcios eléctricos con centrales atómicas, con el que se pretende financiar el desarrollo de las renovables.
Este acuerdo energético de Gobierno se plasmará en una serie de normativas específicas que el Ejecutivo comenzará a redactar y enviar al Parlamento en forma de proyectos de ley a partir de la próxima semana. Los socialistas y los verdes darán sin duda su apoyo dada su tradicional postura antinuclear.
El acuerdo de la coalición de Gobierno se produjo horas después de que la Comisión Ética designada por Merkel para estudiar las alternativas a la energía atómica entregase su informe final, afirmando que es «factible» abandonar esta energía en una década sin grandes costes colaterales o incluso en menos tiempo.
La presidente del Foro Nuclear español, María Teresa Domínguez, afirmó que se trata de una «decisión coyuntural» alemana que no es aplicable a otros países con energía nuclear.
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