«El cinismo de Occidente respecto a los dictadores africanos es criminal»

-Cada lucha es diferente, pero la marginación que ha sufrido nuestro pueblo respecto a las esferas de poder es común a ambas revoluciones. Al igual que en el norte del continente, las últimas protestas en Uganda demuestran que nuestro país experimenta una ola de cambio respecto a un régimen represivo. Quizá no sea consecuencia directa del nuevo amanecer árabe, pero nuestra población al fin ha despertado.

-¿Cuáles son los principales problemas de la Uganda actual?

-Sobre todo, el abuso de poder. En las últimos dos décadas, la corrupción ha sido la seña de identidad de un régimen incapaz de contener crisis económicas como la actual, cuya inflación es del 14 por ciento.

-Sin embargo, esta revolución no cuenta con el apoyo expreso de la comunidad internacional...

-El cinismo de Occidente respecto a los dictadores africanos es criminal. Pese a sus violaciones de los derechos humanos, el presidente Yoweri Museveni -25 años en el poder- cuenta con plenas simpatías de la comunidad internacional, sobre todo, gracias a sus amables políticas petrolíferas (la británica Tullow estima en 3.500 millones de barriles las reservas de crudo del país). En nuestra lucha, nos encontramos solos.

-¿Teme por su vida?

-Después de sufrir un intento de asesinato (el pasado 28 de abril, Besigye fue atacado por las fuerzas leales a Museveni cuando se encontraba camino de una protesta. A día de hoy, el efecto de los gases lacrimógenos y los golpes todavía se muestra palpable en sus ojos y extremidades), ya no temo por mi salud. La lucha abierta por nuestro pueblo es más importante que la vida de un individuo. Y el Gobierno de Museveni ha demostrado que son ellos los que me temen.

-¿Es posible eliminar a los dictadores sin el apoyo internacional?

-Por supuesto. En la historia del continente hemos tenido otros líderes que decidieron perpetuarse en el poder y todos ellos fueron depuestos. Este movimiento revolucionario tiene que partir del propio individuo, no de los partidos políticos o las esferas de poder. No en vano, la brutalidad practicada por el Gobierno para contener las últimas protestas, demuestra el temor de Museveni a que esta ola de cambio tengan éxito.

-Con una edad media de apenas 18 años, la mayor parte de los ugandeses no han conocido otro líder que no fuera Museveni. ¿La falta de educación política puede lastrar a su movimiento?

-La falta de información siempre ha sido el arma utilizada por los dictadores a lo largo de la historia. Sin embargo, ante un Gobierno contaminado, que ha tratado de forma brutal a sus oponentes, nuestras demandas se centran en inquerir -de forma pacífica- la celebración de unas nuevas elecciones y que los recursos se distribuyan de forma uniforme a la población. Y esto, tengas educación o no, es inherente al ser humano.