Vázquez acusa a un sector del PSOE de vetarle como Defensor del Pueblo
Reta a Zapatero a que se pronuncie y Elena Valenciano le descarta por no ser mujer
G. SANZ
MADRID
El ex embajador de España ante la Santa Sede y ex alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, instó ayer a sus dos grandes valedores en el PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero y José Blanco, a que se mojen y saquen adelante de ... una vez por todas su nombramiento como Defensor del Pueblo. El problema, según fuentes gubernamentales consultadas por ABC, es que por más que Mariano Rajoy haya dado el plácet, eso forma parte de una negociación más complicada con la renovación de las cinco vacantes del Tribunal Constitucional como telón de fondo. Y en vísperas electorales se antoja poco menos que imposible.
Vázquez, ya en España tras cesar ante la Santa Sede, hizo ayer unas explosivas declaraciones en Onda Cero, molesto, además, por haber sido sustituido como embajador ante la Santa Sede justo antes de la beatificación de Juan Pablo II. Cree que los sectores laico y feminista del PSOE, «minoritarios», dijo, le han vetado por sus convicciones, pero luego recordó que tanto Zapatero como Blanco le habían expresado un apoyo que, por otra parte, nunca fue más allá de lo verbal. En cualquier caso, denunció, la postura de esas minorías está causando «la interinidad en un cargo institucional tan importante como es el del Defensor del Pueblo antes que designar un compañero de partido por sus convicciones religiosas», advirtió.
El ex embajador no dio nombres de los autores de ese veto aunque, horas después, la portavoz del Comité Electoral, Elena Valenciano, a quien se atribuye un cierto protagonismo entre los contrarios a su nombramiento, dijo a Ep que ella aspira «a una defensora del pueblo con todas las de la ley y todo el apoyo posible, lo cual descarta a Paco Vázquez». Elena Valenciano no cree que la continuidad de la popular María Luisa Cava de Llano, al frente de la institución provisionalmente desde la marcha de Enrique Múgica, sea una buena salida porque no goza del consenso de los grupos parlamentarios.
A esa falta de consenso se aferró ayer el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, para explicar que el veto del que habla Francisco Vázquez «no se ajusta a la realidad», porque el problema es que los grupos, en particular PSOE y PP, no se sientan a negociar con ganas de llegar a un acuerdo final para nombrar al sustituto de Enrique Múgica. Y añadió que no sólo se ha hablado de Vázquez en las conversaciones previas, sino de otros candidatos. Por su parte, el ya ex embajador ante el Vaticano, considera «una falta de respeto» lo que le está haciendo su partido por sus convicciones, máxime si se tiene en cuenta que ha sido alcalde de Coruña, diputado, senador y miembro de la Ejecutiva Federal con Felipe González y con Joaquín Almunia.
Por su parte, las fuentes del Gobierno consultadas por ABC reconocen que «ahora mismo» no está en la agenda del Ejecutivo sacar ese asunto de una negociación que hasta ahora incluye también la renovación de cinco vacantes en el TC por parte del Congreso. Mucho menos en vísperas de unas elecciones en la que tanto PSOE como PP se esfuerzan en escenificar su distanciamiento.
Aunque Jáuregui insista en que los grupos parlamentarios se pongan de acuerdo en todos esos temas, «lo cierto es que ambos asuntos, tanto el nombre del futuro Defensor del Pueblo, como las vacantes del TC, son de la exclusiva responsabilidad de Zapatero y Rajoy», recuerdan esas mismas fuentes.
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