Los diplomáticos denuncian la fuerte politización de Exteriores

La ADE considera que el acceso a la Administración pública se debe hacer teniendo en cuenta los principios de mérito y capacidad y no convertirse en «una vía de salida a una carrera política, por honrosa que sea». Las quejas de los diplomáticos se refieren a nombramientos como embajadores de personas que no pertenecen a la carrera, una práctica que ha aumentado durante los gobiernos de Rodríguez Zapatero y de la que se beneficiaron varios ex ministros, como Joan Clos, María Jesús Sansegundo —ya fallecida— o Cristina Narbona, o dirigentes del PSOE, como Francisco Vázquez, Rafael Estrella, Luis Planas o Miguel Cortizo.

Las protestas se extienden a algunos nombramientos hechos en el Ministerio de Exteriores por su actual titular, Trinidad Jiménez. Indican que uno de esos nombramientos —el de la periodista María Jesús García como directora general de Comunicación Exterior— ha sido impugnado por la ADE y Fedeca por no ser funcionaria. El puesto había sido desempeñado tradicionalmente por un diplomático. De igual modo, expresan su preocupación por «el elevado número de vocales asesores políticos y de asistencia técnica», algunos de los cuales se encuentran tanto en el Gabinete de la ministra, como en la Dirección General de Comunicación Exterior.

La ADE subraya que estos nombramientos suponen una sobrecarga financiera, mientras muchos profesionales se encuentran «infrautilizados» en puestos en los que se desaprovecha su experiencia profesional. Asimismo, considera que el Ministerio tampoco ha hecho suficientes esfuerzos para situar a alguna de estas persons en instituciones internacionales como el Servicio Europeo de Acción Exterior o en organismos multilaterales que han recibido financiación de la cooperación española.

También se hace especial hincapié en la situación en que se encuentran los jóvenes diplomáticos que se incorporaron en años recientes con el fin de dotar a las nuevas embajadas que se iban abriendo, cuya salida al extranjero se ha visto frenada por el recorte presupuestario.