Los anuncios de nuestra vida

Para saber cómo está estructurado el espacio lo mejor es dejar hablar a su presentador: «El programa se desarrolla en un plató en el que siempre habrá alguien que piensa anuncios, por ejemplo, un creativo; otro que ha participado en ellos, desde Concha Velasco a Judith Mascó o José Sacristán, y personas de los medios de comunicación que ven el fenómeno de la publicidad como espectadores: Concha García Campoy, José Mota, Forges, Javier Cansado... Son distintas miradas sobre un río, por una parte, de spot y, otra, de reportajes construidos con spot publicitarios. No hay ninguna imagen en el programa que no proceda de la publicidad y de lo que pasa en plató».

El programa abarca casi toda la vida de la televisión, que nació hace 56 años, «desde que hay historia audiovisual —explica Campo Vidal—; es más, hemos incorporado algunos anuncios que proceden incluso del cine». El periodista Francisco Moreno es el productor ejecutivo y creador de este formato y, como cuenta Campo Vidal, «cuando empezamos teníamos la sensación de que veríamos el cambio de la sociedad española a través de los anuncios pero, una vez que hemos visto todos, nos hemos quedado impresionados. Cómo se podían emitir spots en los que se incitaba a beber alcohol en el puesto de trabajo, andamios incluidos. Los anuncios permiten, a mi juicio, que los mayores recordemos, aunque entonces éramos niños, y los jóvenes descubran cómo era este país».

Para realizar el programa han desempolvado más de 24.000 anuncios, para lo que —confiesa el periodista— «he contado con un equipo que no sólo los ha visionado sino que los ha metido en una base de datos y clasificado destacando alguna de sus características: si participa algún animal de compañía, si está relacionado con la tecnología, la alimentación, los perfumes... No he visto los 24.000 pero sí muchísimos y ha sido gratísimo. Al final hemos compuesto el programa con rigor sociológico de fondo pero con cierto humor en primer plano».

El espacio cuenta con trece entregas que han «articulado —matiza Campo Vidal— de una forma temática, no cronológica. Dedicamos uno a la familia, otro a las vacaciones, a la música, al cine, al humor, al trabajo, el primero de todos se llama “Todo está en la publicidad”, porque en la publicidad puedes encontrar todo y, desde luego, un reflejo muy gráfico de aquellos años en España».

Por último, me asalta una curiosidad: ¿Cuál será es el anuncio de la vida de Campo Vidal? «Creo que para cualquier niño, de finales de los años 50-60, el del Cola-Cao. Era algo que nos tocaba directamente, lo consumíamos, no era una lavadora que le podía interesar más a tu madre, tenía una canción, dibujos y movimientos. Si me preguntan de pronto por un anuncio recuerdo ese», rememora el periodista.