sucesión en corea del norte
Kim Jong-un, consagrado como sucesor de su padre, el «Querido Líder»
La celebración del 65 aniversario de Partido de los Trabajadores ha sido la ocasión escogida para evidenciar la sucesión
PABLO M. DÍEZ
Con toda la fanfarria propia de un régimen dictatorial, Kim Jong-un, el heredero del caudillo norcoreano Kim Jong-il, se ha dado hoy su primer baño de masas en su puesta de largo como sucesor de su padre. El “Querido Líder” y el “Joven ... General”, como la propaganda ha bautizado a Kim Jong-un, presidieron una espectacular parada militar con miles de soldados que desfilaron al paso de la oca por el centro de Pyongyang.
Pero el verdadero propósito de este régimen estalinista no era lucir su músculo militar; ni siquiera celebrar por todo lo alto el 65 aniversario de la fundación del país por parte de Kim Il-sung, el padre de la patria y de Kim Jong-il. El objetivo era mostrar al pueblo y al mundo entero a la tercera generación de los Kim, la primera dinastía hereditaria comunista del mundo a la espera de lo que ocurra en Cuba con Raúl Castro tras la muerte de su hermano Fidel.
En Corea del Norte, el país más aislado del mundo y sometido a una propaganda tan feroz como su represión, ha empezado ya el lavado de cerebro de sus 24 millones de habitantes. Hace un par de semanas, ningún norcoreano había visto una foto de Kim Jong-un. Desde que fuera nombrado general de cuatro estrellas el pasado 28 de septiembre durante el Congreso del Partido de los Trabajadores, su mofletudo rostro empieza a aparecer por todas partes – cual “Gran Hermano” de ojos rasgados – acompañando a su padre en sus apariciones públicas y actos oficiales.
Venciendo a su tradicional hermetismo, el régimen de Pyongyang invitó a un reducido grupo de periodistas extranjeros para cubrir el desfile y la presentación en sociedad del “Joven General”. A falta de que se publique una biografía oficial, la vida de Kim Jong-un sigue siendo todavía un misterio y ni siquiera se sabe con exactitud su edad, que podría estar entre los 26 y los 28 años. Educado bajo un nombre falso en un elitista internado de Suiza, ha suplido su juventud y su falta de experiencia política con la predilección que siempre ha mostrado su progenitor por él.
Aunque Jong-un es el menor de los tres hijos de Kim Jong-il, ganó en la carrera por la sucesión al mayor, Jong-nam, cuando éste fue detenido intentando entrar en Japón con un pasaporte falso para visitar el Disneyworld de Tokio. Tal y como reveló el cocinero personal de sushi del “Querido Líder”, el japonés Kenji Fujimoto, Jong-un es “exactamente igual que su padre” y muy distinto al hermano mediano, Jong-chul, “demasiado afeminado” para perpetuar con puño de hierro la dictadura norcoreana. Una cuestión vital para Kim Jong-il, quien ya tiene 68 años y arrastra las secuelas del infarto cerebral que sufrió en agosto de 2008, como una parálisis que le hace cojear levemente.
“Es muy joven, poderoso y fuerte. Un intelectual de profundos conocimientos, según he oído. El futuro de nuestro país será más brillante con él”, señaló a la agencia AP un guía norcoreano con lágrimas en los ojos, abducido por la filosofía “juche” del régimen. En este alienante país, la propaganda desde la cuna ha convertido a los Kim en auténticos dioses vivientes que saben de todo y nunca se equivocan. Todo ello pese a que la economía esté en la ruina y el pueblo se muera de hambre mientras la política “songun” de primacía militar gasta miles de millones en armas nucleares.
En Corea del Norte, la última frontera que queda de la Guerra Fría, ha empezado ya el relevo para que tome el poder Kim III.
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