Hallan muerto en Turquía al número dos del espionaje militar ruso

Ayer, no obstante, un grupo de pescadores turcos encontró los restos mortales del espía en las costas de la región de Hatay, un área del sur de Turquía de población árabe que perteneció a Siria hasta 1938.

Funcionarios rusos se desplazaron a Hatay para inspeccionar el cadáver, cuya identificación se hizo de forma positiva.

La información oficial es que Ivanov, de 52 años, falleció en un accidente de natación durante sus vacaciones. No obstante, existen indicios de que el espía podría haber sido secuestrado, ejecutado y posteriormente arrojado al mar. El diario turco «Vatan» menciona la hipótesis de que Ivanov podría haber sido capturado por militantes chechenos , que en Siria cuentan con entre 100.000 y 150.000 efectivos muy bien organizados.

En el momento de su desaparición, el agente se encontraba presuntamente en misión oficial en Siria, revisando la construcción de una base militar rusa en Tartus. Las buenas relaciones entre Siria y Rusia vienen desde época soviética, en la que el régimen de Damasco era el principal estado cliente de la URSS fuera del bloque comunista.

Tartus, la única base naval rusa en el Mediterráneo, es un punto estratégico para las fuerzas navales del Kremlin, tanto por su importancia para el espionaje electrónico en la zona de Oriente Medio como por su cercanía al oleoducto Baku-Tblisi-Ceyhan, la principal vía de abastecimiento energético para el régimen de Georgia, enemigo de Moscú.