«El Sahara es como una cárcel gigante»

El ferry español partió el domingo por la noche acompañados por un guardia de seguridad desde el puerto de El Aaiún, donde llegaron en dos vehículos alquilados y en un vehículo de la Depositaría de Bienes del Estado, la institución encargada de gestionar los bienes españoles situados en la antigua colonia del Sahara Occidental. Según confirmó Exteriores, los 14 activistas pudieron completar los trámites fronterizos necesarios para salir de territorio controlado por Marruecos, aunque uno de ellos lo hizo mediante la presentación de un salvoconducto proporcionado por el cuerpo diplomático español.

Los testimonios de los activistas son más que demoledores: “Nosotros no esperábamos medidas tan horribles”. Afirmó a su llegada al puerto Sara Mesa. “El Sahara es como una cárcel gigante, en el que la gente vivia en un clima de continua represión”.

La virulencia de las actuaciones llevadas a cabo por la policía saharaui en la concentración dejó serias secuelas incluso en el estado anímico de la expedición. Anselmo Fariña explicó aún con emoción las horribles estampas que se veían desde las calles de la ciudad en esa caótica tarde del sábado en el que las autoridades alauitas cargaron contra ellos.

“Golpearon sin avisar, incluso con piñazos (puñetazos) a los riñones y al rostro. Nos insultaron y nos escupieron en todo momento. Algunos compañeros calculan que debía haber más de un centenar de policías vestidos de paisano. Varios de ellos nos seguían desde nuestra llegada e incluso nos acompañaron en el trayecto de vuelta”.

A su juicio, “nadie se preocupaba de lo que nos ocurría. Ya desde ahí nos contaban que muchas mujeres y niños terminaron con múltiples hematomas y con la cara ensangrentada. Nosotros queríamos denunciar esa represión que sufre el pueblo saharaui y hemos acabdo viviéndolo en nuestras carnes”, agregó Fariña, profesor de instituto en la isla de Tenerife.

“La medida que suelen tomar ellos con los ciudadanos que se manifiestan por la autodeterminación es la 'desaparición'”, agregó Mesa. “Nosotros hemos pasado varias horas de interrogatorios, preguntándonos por nuestras familias y por nuestros motivos y en unas condiciones lamentables”, esgrimió con un inevitable tono de conmoción.

Miembros del grupo anunciaron su intención de denunciar el trato improcedente de la policía marroquí en estos incidentes, después de que un total de 50 personas fueran a recibir a los 14 afectados en el enclave portuario con gritos de “Marruecos culpable, España responsable” y “Sahara libre”.

Según Fariña, junto a los activistas canarios, una ciudadana catalana, Isabel Terraza, y un ciudadano mexicano, Antonio Velázquez Díaz, que se encuentran desde hace más de veinte días en El Aaiún como observadores internacionales, así como la familia saharaui que los acoge “se encuentran en peligro, pues el primero ha recibido amenazas de muerte en varias ocasiones y viven en la práctica desde hace días bajo arresto domiciliario”.

"Ellos nos aseguraron que nuestro estado era el de arresto domiciliario. No nos vamoa a poner a discutir sobre fórmulas verbales porque eso fue lo que nos decía el traductor de la policía tras los interrogatorios", incidió aún con rabia Fariña. “Nosotros le pedimos al gobierno español que cumpla con sus obligaciones en este territorio que lleva más de 30 años luchando por su autodeterminación”, concluyó.

Del mismo modo, los 14 activistas han criticado que el personal de la misión de las Naciones Unidas (ONU) para la pacificación de la zona “denegó” las denuncias que pretendían cursar tras la presunta agresión de las autoridades marroquíes “por estar en día festivo”.

Los 14 ciudadanos españoles tras los acontecimientos vividos en El Aaiún, no salen de su asombro ante las informaciones contradictorias que desde las instancias oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores se han emitidos a los medios. "Lo del arresto domiciliario no es una 'gracieta' que se nos ocurra a nosotros, fue lo que nos dijo el traductor de la policía marroquí tras los interrogatorios", señaló Anselmo Fariña. "lamentamos que nuestro Gobierno actúe así pese a las responsabilidades que tiene en la zona", apostilló.

"La policía marroquí tenía controlado hasta nuestro teléfonos", relató el activista de SaharAcciones. "Nada más desplegar nuestras camisetas y nuestra bandera del Sáhara cargaron contra nosotros, ya que estaban colocados en puntos estratégicos", agregó.

Además, los activistas han asegurado que denunciarán a la Policía marroquí por las agresiones sufridas y presentarán un parte de lesiones como prueba de los hechos . En declaraciones a los medios, Carmen Roger ha anunciado que presentará esta denuncia una vez acuda a un centro hospitalario de la isla para ser sometida a un reconocimiento médico y obtener el correspondiente parte de lesiones que será presentado ante la Policía Nacional, mientras que han dejado en manos de sus abogados la posibilidad de acudir a los juzgados.