Les Chausseurs, exclusividad y buen gusto «made in spain»

En 2014, mientras compatibilizaba su trabajo como agente de compras y la gestión de una página web de venta de stock de fábrica, se dio cuenta de las necesidades y carencias del mercado de calzado español. Vio una oportunidad, y quienes creyeron en él lo animaron a lanzar su propia marca. Ese sueño comenzó siendo un producto 100% español que firmaba en francés, «Les Chausseurs» . La firma es una oda al calzado plano, los diseños de Perera son de inspiración clásica, estilo «british» y marcada personalidad, pero su verdadera apuesta es la calidad , fabrican su producto con los mejores materiales , quiere cumplir su más importante promesa con el cliente: la durabilidad .

En 2015 se acomodó en una pequeña tienda de apenas 20 metros cuadrados en gran arteria comercial de Barcelona, el Paseo de Gracia . En menos de dos años la empresa ha abierto una nueva tienda mucho mayor en la misma calle y otras dos en París y Berlín . Distribuyen a más de 80 puntos de venta en 7 países que incluyen mercados tan heterogéneos como el australiano, el japonés o el canadiense. Todo ello gracias a la confianza de 71 socios que dieron impulso a su expansión a través del «crowdfunding» . En la voz templada de Lambert todavía vibra la sorpresa cuando recuerda la suma de apoyos recibida en tiempo record: «no conocíamos al 80% de quienes ahora son nuestros socios, pedimos 70.000 euros en 90 días y hemos recibido 110.000 en 35. Nunca lo habría imaginado».

« En España no nos vendemos bien , la calidad de nuestro calzado está a la altura del italiano, pero ellos tienen el nombre», así de tajante se ha mostrado el modisto. Confiesa que sus productos tienen un éxito muy superior en el mercado internacional que dentro de la península, pero insiste en que se debe a un «intenso trabajo» para deshacer los prejuicios de las empresas. Según el diseñador «se agarran a viejos tópicos totalmente falsos sobre los fabricantes españoles, sobre todo los clientes mayores que no han viajado». Consideran, cuenta el modisto, que los españoles «somos vagos y llegamos tarde» y es muy difícil convencerlos de lo contrario.

De cara al futuro, sin embargo, es más optimista por el relevo generacional. Los herederos de los grandes imperios, señala, son personas abiertas que han viajado, un factor que considera «fundamental». Indica además que «cuando viajas al exterior y conoces empresas centroeuropeas que se supone funcionan tan bien, compruebas que la desorganización dentro de ellas es mucho mayor la de las nuestras».

Además del incesante trabajo para romper los tabúes, el diseñador

indica que la versatilidad es fundamental: «No cambiamos nuestro estilo personal, pero sí cambiamos algunos elementos para adaptarnos al mercado en el que nos movemos».

La era post Inditex ha cambiado el modo de consumo y la imponente pisada del imperio de Amancio Ortega ha dejado su impronta en el mundo de la moda: los clientes están acostumbrados a ver productos diferentes todo el tiempo, los ritmos de producción han cambiado y «si no te adaptas, estás perdido», confiesa. La propuesta de Perera para hacer frente a este obstáculo es crear modelos exclusivos , solamente saca al mercado 12 pares de zapatos de cada modelo. En la siguiente remesa cambia un elemento, una original manera de adaptarse a los tiempos consiguiendo a la vez un producto de capricho.

Además, el diseñador confiesa que cada vez es más complicado que la elección de los zapatos exprese características del propio cliente dado el «constante bombardeo» publicitario . El empresario encontró un modo de diferenciarse utilizando la «patina» , un tinte de origen vegetal que se trabaja «en crudo». De esta forma pueden hacer el calzado con un color a medida para el cliente : «las personas manejan cada vez más información y quieren una mayor variedad de posibilidades».

La sostenibilidad de los productos es un valor al alza que cabalga a medio camino entre la ética y el lujo, uno de los nuevos pasos de «Les Chausseurs» avanza en esta dirección. Se trata de una modalidad de plantillas hechas con «lactae hevea» es un derivado vegetal 100% biodegradable que, además, «da muy buenos resultados a nivel de golpes y absorbe mucho», según la experiencia del diseñador.

Sobre sus beneficios ambientales, Perera es conciso: «Estoy muy contento con las suelas porque se hace a mano y es biodegradable pero si somos estrictos no es tan sostenible», el experto explica las dificultades con las que se encuentran las empresas a la hora de elaborar este tipo de productos: «los zapatos, concretamente, pasan por diez manos, es imposible controlar todo el proceso». Además, señala, traer la «lactae hevea» tiene un coste para el medio ambiente ya que viene del sudeste asiático y, por lo tanto «los residuos de los aviones no son ecológicos precisamente». El auténtico punto de sostenibilidad lo encuentra en todo lo que evita la durabilidad de su calzado.

La honestidad del empresario, sin embargo, es manifiesta. Su nivel de compromiso con sus clientes y socios representa su mejor aval de crecimiento . Entre sus retos, el prioritario es llegar el próximo año a distribuir en 200 establecimientos . Su promesa, avanzar en consecuencia: seguir innovando .

Una de las nuevas propuestas con las que sorprenderá a sus incondicionales es tatuar la piel de los zapatos : «tendremos un diseño estándar y daremos al cliente la posibilidad de personalizarlo». Una idea novedosa y exclusiva con la que continuará marcando la diferecia.