«Nadie ha visto nada igual»: dos jóvenes españoles fabrican las primeras muletas que no causan dolor
Son españoles. Tienen 27 y 28 años. Y se han puesto manos a la obra para modernizar las muletas, que llevaban nada menos que 4.000 años sin cambiarse y, lo que es peor, 4.000 años provocando dolores innecesarios
JOSEFINA G. STEGMANN
Son españoles. Tienen 27 y 28 años. Y se han puesto manos a la obra para modernizar las muletas, que llevaban nada menos que 4.000 años sin cambiarse y, lo que es peor, 4.000 años provocando dolores innecesarios.
Ignacio Mañero es ... ingeniero mecánico. Fruto de su propia experiencia con las muletas decidió que era hora de crear una ayuda ortopédica que, más que ayudar, resultaba un incordio para los pacientes que las utilizaban. « La idea surgió por haberlas sufrido personalmente en varias ocasiones fruto de varias lesiones deportivas . Como soy ingeniero mecánico me puse a investigar y comprobé que llevaban 4.000 años sin modernizarse; en los mismos jeroglíficos del Antiguo Egipto se ve que se usaban las mismas muletas que ahora, es decir, el concepto de un palo y una empuñadora no ha cambiado, donde todo el peso del cuerpo va la axila y a la mano», cuenta Mañero.
Por eso, en sus nuevas muletas el apoyo se dirige al antebrazo para repatir peso con la mano y, además, debajo del antebrazo hay un muelle para evitar el dolor. Los materiales elegidos para su nueva creación son el aluminio y el plástico y todo el producto es «made in Spain». Mañero cuenta que probaron las muletas con traumatólogos, fioterapeutas y dueños de farmacias y ortopedias y el «feedback» fue muy positivo. «Nadie ha visto nada igual», concluye orgulloso.
Gracias a su innovador producto, Mañero creó la empresa « KMINA » junto con su socio Alejandro y el jefe de traumatología del Hospital de San Sebastián de los Reyes, Jaime Usabiaga que los asesoró desde que realizaron el primer prototipo. Y ahora que han triunfado sueñan con ir a más. «No queremos limitarnos a las muletas, queremos crecer en este sector, que es super arcaico y modificar también sillas de ruedas y andadores para evitar, por ejemplo, que las personas mayores que los usan tengan que encorvarse».
Para el proyecto recurrieron a « Kickstarter », una web de micromecenazgo para proyectos creativos. Después de haber conseguido el dinero necesario, se han puesto manos a la obra con la producción y ya han vendido sus muletas a España, Reino Unido, Estados Unidos.
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