Madrid, única comunidad que se anticipa a las futuras «reválidas»

Esta semana, Madrid realizó a casi 60.000 alumnos de 3º de la ESO las Pruebas de Conocimientos y Destrezas Indispensables . Un examen anual específico de esta región que -junto a Cataluña y Andalucía- es la única que realiza unas pruebas además de las Evaluaciones de Diagnóstico que la LOE marca como obligatorias para todo el sistema educativo español en 4º de Primaria y 2º de la ESO.

Con la entrada en vigor de la Lomce, estas Evaluaciones de Diagnóstico dejan de ser obligatorias y en el tránsito hacia las nuevas Pruebas Externas Estandarizadas -que se impondrán a partir de 2016 en 3º y 6º de Primaria, y en 4º de la ESO y 2º de Bachillerato- serán las propias comunidades las que decidirán si las mantenienen o no. Esta decisión, que también podrán tomar Madrid, Cataluña y Andalucía respecto de sus pruebas específicas, vendrá condicionada, según los expertos consultados por ABC, por los recursos financieros disponibles. Y todo apunta a una desaparición progresiva de las que marcaba la LOE y a una continuidad de las específicas.

En el caso de Madrid, seguirán realizándose y haciéndose publicos los resultados de esos exámenes específicos, que no condicionan en absoluto el paso del alumno al siguiente curso. En Andalucía y Cataluña, sin embargo, solo se envían a los centros. Más aún, mientras en Madrid los padres tienen los informes de sus hijos y el resto de los ciudadanos puede consultar la puntuación obtenida por cada colegio, en Andalucía y Cataluña los resultados son para consumo de los centros, y referenciados solo a la media de otros de su mismo entorno socioeconómico.

En general, no se pone en cuestión la validez de unas pruebas externas que existen en 24 de los 34 países de la OCDE. De hecho, el informe de 2012 sobre la Educación de esta organización asegura que las pruebas externas «no perjudican la equidad». Y el informe PISA 2010 ya señalaba que dos de cada tres alumnos de los países más desarrollados se encuentran en sistemas educativos en los que se desarrollan estas evaluaciones. Pero en el debate sobre si es mejor publicar o no los datos, hay diferentes opiniones.

Los que se oponen a su difusión defienden que se atentaría contra la igualdad de oportunidades porque podrían estigmatizar a los centros de entornos más deprimidos. Por el contrario, los defensores de su publicación aseguran que la trasparencia nunca es mala y que dar esa capacidad a los padres de elegir centros en base a su rendimiento y suministrar información a los docentes de los puntos en los que deben mejorar, solo redunda en beneficio del sistema. En esta última línea, se encuentran investigadores de las universidades de Nueva York, Bristol o Standford.

A nivel nacional, tomando como referencia los resultados de las Evaluaciones Generales de Diagnóstico que se hicieron a nivel nacional en los años 2009 y 2010 para obtener una radiografia de nuestro panorama educativo, nos encontramos con que Madrid se encuentra -con sus pruebas externas y públicas- en el grupo de cabeza, junto a Navarra, La Rioja y Castilla y León; mientras que Cataluña estaría en el grupo intermedio y Andalucía entre las que peores resultados obtuvieron. Pero estos datos, solo son una pequeña parte del complejo puzle del sistema educativo español.