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«Orange is the new black»: reír y morir entre rejas

Se ha estrenado en Canal+ Series la tercera temporada de la serie, la más importante de Netflix, compañía a punto de desembarcar en España

«Orange is the new black»: reír y morir entre rejas

Rosa Belmonte

La peripecia del destornillador sirve para explicar «Orange is the new black» . Su tono. La tercera temporada, que volvió ayer a Canal+ Series (un día después que a EE.UU.), va a ser más cómica que la segunda. No extraña que tengan esos problemas ... en los Emmy: no saben si presentarse a drama o a comedia. Pero el humor siempre ha estado ahí. Es una comedia negra. Naranja. El humor está en el destornillador, por ejemplo. Uno que desaparece del taller donde trabaja Piper ( Taylor Schilling ), la protagonista, en la primera temporada. Un destornillador en una cárcel. La que custodia las herramientas es enviada a aislamiento. Todos buscan la potencial arma. Piper se da cuenta de que lo lleva en el bolsillo pero ya no se va a poner a explicar el lío. Su compañera de celda lo esconde. Y cae en las manos de Big Boo (Lea De Laria, que pese al bonito nombre es una señora lesbiana gorda de tipología camionera). A Big Boo se le pasa por la cabeza vengarse de alguien pero lo olvida. Y utiliza el destornillador para lo mismo que Victoria Abril al submarinista en «Átame» (el manual de uso es distinto). El arma peligrosa como instrumento de placer. Nada escabroso. Una escena cómica.

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