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Sometidos a una «Due Diligence»
La Oficina Antifraude de Cataluña es una rara avis en el escenario jurídico español y, al margen del trabajo de investigación que lleva a cabo, su mera existencia contribuye a ofrecer mayores garantías a los inversores extranjeros
La proclamación de días internacionales sirven para recordarnos que tenemos mucho trabajo pendiente para lograr sus objetivos. El lunes le tocó el turno a la lucha contra la corrupción, una lacra que tanto mancha al que recibe como al que da. El director de la Oficina Antifraude de Cataluña, el jurista Daniel de Alfonso, defiende desde hace tiempo tipificar como delito el incremento injustificado de patrimonio para poder resolver antes casos como el latrocinio del Palau de la Música o el de Bárcenas.
La clave consiste en la obligación de demostrar el origen de los incrementos espectaculares de patrimonio, de forma que la carga de la prueba la tenga que resolver el interesado en justificar que su procedencia es legal.
La Oficina Antifraude de Cataluña es una rara avis en el escenario jurídico español y, al margen del trabajo de investigación que lleva a cabo, su mera existencia contribuye a ofrecer mayores garantías a los inversores extranjeros, sobre todo de países remotos, que se sorprenden al saber que tienen una institución a su disposición donde acudir en el caso de que les intenten corromper o si reciben presiones o peticiones no justificadas legalmente.
Una institución que lucha contra el fraude es un activo a favor en estos momentos que España se presenta como un mercado muy atractivo para generar transacciones mediante la consolidación de organizaciones ya implantadas en España, como de carácter inernacional, a través de la captación de capital extranjero. Así opina Ana María Martos, socia de OneToOne Corporate Finance y autora del libro “La Due Diligence financiera. El paso previo a la adquisición de una empresa” (Editorial Profit). A su juicio, las empresas españolas han llevado a cabo un ejercicio importante de desapalancamiento, que en román paladino es reducir deuda; y se sitúan en un momento en el que se pone de manifiesto una necesidad de consolidación, búsqueda de sinergias y aprovechamiento de economías de escala que facilitará la búsqueda de socios dentro o fuera de España.
Para Martos, también hay compañías con una exposición internacional muy superior al mercado doméstico o que tienen una gran capacidad de internacionalización e innovación, gestionadas por equipos muy profesionales que se posicionan como inversiones muy atractivas para compañías y fondos de capital riesgo internacionales. La experta destaca además el interés que los fondos soberanos muestran recientemente en España por los parámetros de valoración que presentan nuestras compañías, la percepción de riesgo a la baja que proyecta el país y la plataforma que las empresas españolas representan para la expansión hacia el mercado Latinoamericano.
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