Un mosso afronta 4 años de cárcel por vengarse de un guardia civil con una multa falsa
El agente de la policía catalana se habría vengado del guardia civil jubilado por una disputa por una plaza de aparcamiento en un centro comercial de Mataró
efe
La Fiscalía pide cuatro años de prisión para un mosso d'esquadra acusado de presentar una denuncia falsa de tráfico contra un guardia civil jubilado, que destapó el caso tras acceder irregularmente a archivos policiales para identificar al agente, en venganza ... por una disputa por un aparcamiento.
En la sección quinta de la Audiencia de Barcelona se ha celebrado hoy el juicio contra el policía, José R., a quien la fiscal acusa de un delito de falsedad documental y pide que sea condenado a una multa de 10.800 euros e inhabilitado durante cuatro años como agente de la autoridad.
El agente fue denunciado por la propia unidad de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra a raíz de las averiguaciones que realizó el conductor multado, un guardia civil en la reserva que relacionó la denuncia recibida con una discusión de aparcamiento sucedida siete meses antes, tras consultar la central de datos de la Guardia Civil.
Ese acceso a ficheros policiales, que la propia Fiscalía ha considerado "inadecuado" pese a mantener su petición de condena contra el agente, ha motivado que la defensa del mosso plantee a la sala la nulidad de actuaciones por la procedencia ilícita de la principal prueba que fundamenta la acusación.
El agente emitió una denuncia contra el guardia civil, en la que mantenía que el 5 de abril de 2007 -día en que estuvo fuera de servicio hasta la noche- había sorprendido al conductor hablando con el teléfono móvil por la autopista C-32 a su paso por el término municipal de Badalona.
Venganza por una discusión
Según la Fiscalía, el mosso presentó esa denuncia falsa en venganza por una discusión que el agente -fuera de servicio- y su esposa habían mantenido ese mismo día con la hija del guardia civil, que era la que conducía el coche, por una disputa por una plaza de aparcamiento en un centro comercial de Mataró.
Ante el temor a represalias por parte de la pareja, la conductora anotó en su teléfono móvil el número de matrícula del vehículo que supuestamente llevaban el mosso d'esquadra y su mujer, quien según la versión de los denunciantes montó en cólera en el incidente y las increpó con "gran agresividad".
La multa, que llegó siete meses después, levantó las sospechas del ex guardia civil, que ha explicado que el caso le "olió a chamusquina", por lo que, aprovechando sus contactos en la Benemérita, averiguó que el número de matrícula que era el mosso d'esquadra que le había interpuesto la denuncia.
El agente, por el contrario, ha negado rotundamente que el 5 de abril de 2007 tuviera un incidente con un conductor a las puertas del centro comercial de Mataró y ha defendido la veracidad de la denuncia que formuló contra el guardia civil, que además de una sanción económica se exponía a la pérdida de tres puntos del permiso de conducir.
Además, el policía ha aducido que se equivocó al situar la hora en que detectó la infracción de tráfico y ha justificado que no haya podido llevar al juicio al compañero que patrullaba con él cuando observaron ese incidente para que refrendara su versión porque, según ha dicho, ha fallecido.
En su derecho al último turno de palabra tras el juicio, el mosso d'esquadra ha reprochado al guardia civil que haya "urdido un inverosímil" montaje con el único propósito de ahorrarse una multa de tráfico.
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