¿Qué hacer con el cadáver de un criminal nazi?
Ni Italia ni Argentina quieren enterrar a Erich Priebke, el capitán de las SS responsable de la masacre de las Fosas Ardeatinas que falleció el viernes en Roma
abc.es
El criminal de guerra nazi Erich Priebke continúa suscitando controversia cuatro días después de su muerte. La Iglesia le niega unos funerales religiosos públicos en Roma, donde han prohibido sus exequias, mientras Argentina rechaza que sea enterrado en el país y las víctimas reclaman su ... incineración.
«Si no hay otra solución, habría que proceder a su incineración y a dispersar sus cenizas como ellos hicieron con nuestros abuelos», declaró ayer Riccardo Pacifici, presidente de la comunidad judía de Roma.
Priebke, que falleció el viernes en Roma a los 100 años , fue el capitán de las SS responsable de la masacre de las Fosas Ardeatinas en Roma en 1944 en la que 335 civiles fueron asesinados, 75 de ellos judíos, fusilados por los nazis en represalia por la muerte de 33 soldados alemanes ocurrida un día antes en una calle de la capital italiana. Los restos del oficial nazi, que nunca se arrepintió ni lamentó lo ocurrido, aún continúan en el Instituto de medicina legal del hospital Gemelli, en Roma. Vivía desde hace cerca de 15 años en la capital italiana, en arresto domiciliario por su avanzada edad, tras haber sido condenado a cadena perpetua por este crimen.
El director del Centro Simon Wiesenthal , Efraim Zuroff, que lucha para que los criminales nazis respondan de sus crímenes, también ha propuesto una cremación. La incineración es «la solución más eficaz para que no quede ningún rastro de un criminal nazi como Priebke. El cadáver de Hitler fue quemado y ésa fue la mejor solución, porque permite la destrucción de todo lo que el nazismo representó», ha declarado el responsable de la organización judía a La Stampa.
En su opinión, habría que incinerarlo en Alemania, que tiene «las leyes idóneas para evitar que los funerales y la inhumación se transformen en un espectáculo de neonazis» como en Roma.
El abogado de Priebke, Paolo Giachini, anunció inicialmente que sus funerales se celebrarían en una iglesia de la capital italiana, antes de que el obispo de Roma se negara. La Iglesia católica, según la ley eclesiástica, no niega una ceremonia y oración en privado por el alma del fallecido, pero esta posibilidad fue rechazada por Giachini.
Según recogen diferentes medios italianos, la petición de exequias en una iglesia, realizada en la mañana del 12 de octubre, no fue hecha por la familia del fallecido, sino por «una señora en nombre del abogado de Priebke», motivo por el cual esta solicitud fue rechazada.
No obstante, los dirigentes eclesiásticos, después de considerar las «circunstancias especiales» del caso, resolvieron que el funeral religioso se debería realizar en un entorno privado. De esta manera, de acuerdo con las leyes de la Iglesia, Priebke no es despojado de la posibilidad de recibir una oración por su alma, aunque ésta se hiciera de un modo distinto al habitual, reservado y discreto.
Ni Argentina, ni Roma...
En cuanto al lugar de su inhumación, aún persiste la duda. Giachini había anunciado que sería enterrado cerca de su mujer en San Carlos de Bariloche (Argentina) donde se refugió tras la guerra y donde vivió durante más de 40 años, pero el Gobierno argentino ha rechazado que el criminal nazi reciba sepultura en el país. «Los argentinos no aceptan este tipo de afrentas a la dignidad humana», dijo la Cancillería en Twitter el mismo día del fallecimiento de Priebke.
El abogado mencionó también la posibilidad de enterrar a su cliente en el cementerio militar alemán de Pomezia , cerca de Roma. También el representante de la asociación de veteranos del ejército británico'Italy Star Association 1943-45', Harry Shindler, propuso, con muchas críticas, esta posibilidad, argumentando que dicho camposanto es «prácticamente territorio alemán y ningún italiano puede decidir sobre un territorio regulado directamente por Alemania», pero un responsable ha señalado a la agencia AFP que era imposible porque Erich Priebke no había «muerto en combate».
Shindler señaló ayer la idoneidad de que sus cenizas fueran esparcidas por el mar. «No sé si los peces tienen que decir algo sobre el entierro del verdugo en el mar. Espero que no se ofendan», apostilló.
Alemania también ha sido señalada como destino final de sus restos. Como ciudadano alemán «puede ser enterrado en Alemania» ha explicado un portavoz del ministerio de Asuntos Extranjeros alemán. «Pero el Gobierno no tiene motivos ni razones para pronunciarse sobre el lugar donde Priebke debería ser enterrado. No hay nignuna solicitud oficial por parte de las autoridades italianas. Es una decisión que los próximos a Priebke deben tomar», añadió.
Militantes del movimiento fascista «Militia» intentaron el domingo depositar un ramo de flores bajo las ventanas del apartamento donde vivió Priebke, pero la Policía se lo impidió.
Numerosas voces, sobre todo entre la comunidad judía romana, se han levantado para pedir que el 16 de octubre se celebre el 70 aniversario de la deportación de un millar de judíos del gueto de Roma.
El alcalde de Roma, Ignazio Marino , ha rechazado la idea de un entierro de Priebke en la capital italiana por motivos de orden público, a pesar de que la ley prevé que las personas fallecidas en el municipio puedan ser enterradas en él. El prefecto de policía de Roma, Fulvio della Rocca, ha prohibido por su parte, también por razones de orden y de seguridad, toda ceremonia «pública» de exequias para Priebke en toda la provincia de Roma.
Priebke, berlinés de nacimiento, ascendió al rango de capitán de las SS y fue destinado a Italia en el año 1943, donde participó en la matanza de la Fosas Ardeatinas, el 24 de marzo de 1944.
Finalizada la II Guerra Mundial (1945), Priebke fue internado en un campo británico de prisioneros de guerra, del que escapó en 1946 para huir a Argentina.
Tras permanecer cinco años en Buenos Aires junto con su esposa, en 1951 se trasladó a la ciudad de Bariloche, donde permaneció hasta ser descubierto en 1994, lo que supuso su extradición a Italia.
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