El estilo de Falcao, mejor con la camiseta rojiblanca que de esmoquin

El mismo día que Lorelei Tarón consiguió casi eclipsar a Blanca Suárez (espectacular vestida de Pucci), Falcao demostró que con su mujer compartirá muchas cosas, pero no estilista. A ella, ese vestido rojo que le sentaba como un guante. El peinado y maquillaje inspirados en los años veinte conseguieron un 10 para la argentina. El que no aprobó, ni por pena, fue su acompañante.

El futbolista del Atlético de Madrid podría haber escogido para la ocasión, tratándose de premios de una revista de estilo, un esmoquin clásico. Cero complicaciones, 100% de efectividad. En cambio, el colombiano prefirió dar rienda suelta a la creatividad. Pensaría que saliéndose de lo «políticamente correcto», conseguiría destacar. Nada más lejos de la realidad.

Su esmoquin de terciopelo azul y negro, con solapas y botones en raso y una gran pajarita no consiguió otra cosa que críticas. Pero Radamel no había tenido suficiente con semejante conjunto, por eso, en lugar de zapatos, eligió unos «sleepers» . Para los que no conozcan el significado, son como unas zapatillas de andar por casa que se han puesto de moda, sobre todo para las mujeres -con determinadas alteraciones (tachuelas, estampados, otros materiales)-. Las de Falcao eran muy clásicas: de terciopelo, ribeteadas y con su escudo central. Menos mal que, por lo menos, no erró con el color de los calcetines, hubiera sido desastroso.

El rostro de Falcao tampoco era impecable. Con los ojos enrojecidos , como si acabara de salir de la ducha y se hubiera peleado con el champú, y su característica larga melena llegó al Westin Palace con aspecto mojado y peinada hacia atrás. La misma que abandonó hace meses Sergio Ramos en busca de un look mejor, y lo consiguió. ¿Seguirá Falcao la pauta de su rival?