Juan Vidal, un nuevo sastre para la Reina Letizia

Para empezar, el atuendo de Doña Letizia iba en consonancia con el de Doña Sofía. Estos años atrás, Doña Sofía había elegido conjuntos de pantalón y camisola de grandes flores para la recepción de La Almudaina, muy veraniegos, aunque no siempre tan favorecedores. En cualquier caso, en 2014, Doña Letizia escogió un vestido blanco de escote asimétrico de Felipe Varela que había lucido en varias ocasiones en la isla. Quizás quedaba excesivamente minimalista fotografiada junto a Doña Sofía. O al revés. El año pasado, Doña Letizia se decidió por un discreto modelo negro, que tampoco conjuntaba especialmente con el atuendo floreado de su suegra. Este año, las flores sobre fondo claro han hecho que las dos Reinas de España presenten un agradable estilismo en sintonía.

Tras años del «monopolio Varela», la Reina Letizia lleva un tiempo escogiendo tímidamente otras marcas españolas. Sus mayores dificultades a la hora de variar de taller son que los creadores elaboren prendas de su gusto, adecuadas a sus necesidades protocolarias y sobre todo, que el equipo sea discreto al respecto. Esto último le resulta muy difícil de conseguir en un país de correveidiles en el que muchos se apresuran por ponerse galones antes de tiempo. De hecho, durante este último año, ya han demostrado varios creadores que a la mínima que se les ha hecho una petición desde La Zarzuela, se ha enterado media España.

Vidal proviene de una familia de sastres y telares. El modisto de Elda (Alicante) tiene la suerte de contar con tejidos selectos hechos en exclusiva para él, un sueño que la mayor parte de los que desfilan en Cibeles no tienen a su alcance. Su padre, que le acompaña a los desfiles, le ha facilitado una ayuda inestimable, le ha formado en la sastrería y el corte. Premiado en Cibeles y otros muchos certámenes, Vidal se inspira en modistos de corte clásico como Balenciaga y Armani , aunque sus colecciones varían de estilo y resultado de temporada en temporada. La elección de un nuevo valor de la moda española para vestir en actos de importancia ha sido todo un acierto.

Por si fuera poco, Doña Letizia tuvo el detalle de repetir en tres ocasiones en Mallorca las mismas sandalias doradas de Magrit que ha llevado los últimos tres años en la isla, un modelo favorecedor y versátil con el que se solidariza con todas las españolas, que evidentemente repiten con frecuencia de calzado. El peinado de la Reina, de nuevo más largo, le favorece más que la melena francesa recta que ha lucido este tiempo atrás, y el maquillaje de labios en tono guinda combina mejor con su piel que los tonos más vivos.

La Reina demostró que se puede ir bien con un vestido ikebana en tafetán de seda natural de Juan Vidal de más de 800 euros, o con los muy similares vestidos de flores de Zara de 49 euros que ha llevado estos meses atrás.