Lina Morgan no quiere ni una visita

Y digo ella porque ahora se ha liado una buena por cuantos consideran que deben y pueden hablar con Lina a pesar de las instrucciones que dio y que firmó en el hospital dando orden de que nadie entrara a visitarla. Así figura además en el cartel que hay colgado en la puerta de acceso de su habitación, donde se puede leer claramente que queda prohibida la entrada de visitas. «Si alguien quiere pasar dentro sabrá que lo está haciendo incumpliendo la voluntad de la paciente y la normativa de este hospital», me asegura su hombre de confianza, Daniel Pontes, que le ha tocado vivir un papel muy complicado. «Yo cumplo las órdenes de lo que me pidió Lina. Me da igual que me critiquen o lo que digan de mí. Simplemente hago lo que debo hacer », asegura. Y es verdad. Delante del equipo médico que la atiende y también antes en un Notario Lina dejó por escrito que delegaba en Pontes en todo lo relacionado con sus asuntos durante el tiempo que ella no pudiera atenderlos. «Ahora que ella está en planta y continúa esa orden a ver quién sale a criticarme y decir que por mi culpa no pueden visitarla», contesta.

Será Lina Morgan quien hable. De momento ha dado un paso fundamental al dejar la UVI , aunque aún es pronto para hablar de alta médico. «No pregunto, no pido fechas, no opino. Simplemente cumplo con lo que se me pidió», añade Pontes.