Polémica en Suiza por los Duques de Palma

En las calles adyacentes al hotel particular donde residen los Urdargarín, rara es la persona que no exprese una opinión sobre ellos. «¿Por qué han venido aquí?», se pregunta una transeúnte que prefiere guardar el anonimato. «¿Quién paga esto? Con lo mal que está España y ellos aquí, viviendo en este duplex carísimo, con policías en la puerta las 24 horas del día».

Los medios de comunicación suizos, normalmente reacios a tratar cuestiones sobre la vida privada de sus residentes por muy famosos que sean, tampoco permanecen en silencio con respecto a la vida ginebrina de los Urdangarín. Recientemente, la televisión suiza de habla francesa emitió un extenso reportaje sobre España, en el que se vertían numerosas opiniones sobre el caso Nóos. El presentador del reportaje incluso llegó a mencionar el «oportunismo» de Doña Cristina al escoger Ginebra como lugar de residencia, poco después de la primera anulación de una imputación por tráfico de influencias, en la primavera de 2013. Por su parte, el diario «La Tribune de Genève» también publicó un reportaje sobre la Infanta y su participación en la sociedad Aizoon.

«Cristina, en casa de los aristócratas», titulaba «Le Matin» para explicar que el suntuoso ático está situado en un hotel particular, construido hace más de tres siglos, en la calle más exclusiva del casco antiguo de Ginebra. «Es un dúplex que ocupa la totalidad de los dos últimos pisos del número 12 de la rue de Granges. Conozco muy bien el interior del edificio y el apartamento alquilado por la Infanta es una preciosidad: un dúplex con más de doce habitaciones que, cuando ellos están aquí, están todas iluminadas», comentó un vecino de la Infanta. «A ellos no les va a pasar nada por ser quienes son», dijo un camarero de la pizzería en la que los Urdangarín, acompañados por la Reina Doña Sofía y por Claire Liebaert, la madre de Iñaki, celebraron el pasado mes de septiembre el cumpleaños de uno de los niños. «Hay que esperar a que la Justicia se pronuncie antes de opinar sobre este caso», añade otro de los empleados.

Lo cierto es que el «exilio» suizo de la Infanta despierta polémica en la ciudad de Calvino. Desde el jeep negro aparcado casi permanentemente delante de la puerta del edificio donde viven y que que molesta al vecindario -en esta zona, el tiempo de aparcamiento está limitado y no puede ser de más de una hora-, hasta la mala imagen que, dicen, traen para Suiza.