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Manuel Marín

Destrucción moral de los símbolos

Manuel Marín

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Los símbolos son la ranura por la que una nación se observa a sí misma y es capaz de diagnosticar sus males. La «nueva política» basa parte de su éxito en identificar los símbolos con la expresión de una ideología a la que estigmatizar. Los ... vinculan a un revisionismo excluyente y a la ranciedumbre sentimental más insoportable. Los símbolos son caspa y punto. No aprendemos que las naciones más avanzadas del planeta lo son, sobre todo, porque veneran su simbología como portadora de principios y valores que aquí sale gratis maltratar. España sobrevive a duras penas a la metástasis destructiva de esa emoción que amplifica el sentimiento de pertenencia -por ejemplo a una patria-, sencillamente porque los poderes públicos, unos por inacción en la defensa de los símbolos, otros por un empeño en su erradicación, han hallado en España el terreno neutro idóneo para la convivencia pacífica de la provocación y la corrección política más inocua. Sigue vigente esa extraña aprensión a considerar políticamente incorrecto defender una bandera, un escudo o la historia.

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