Suscribete a
ABC Premium

El prognatismo Habsburgo, la deformación de la mandíbula que acomplejaba a Carlos V

La vergüenza que le causaba que le vieran masticar con dificultad hacía que prefiriera comer en solitario, sin que nadie pudiera contemplar sus apuros. El asunto es especialmente relevante dado que el Rey, con tendencia a sufrir episodios depresivos, era adicto a la comida y posiblemente bulímico

El prognatismo Habsburgo, la deformación de la mandíbula que acomplejaba a Carlos V Thyssen-Bornemisza

césar Cervera

La endogamia –el matrimonio entre primos hermanos– fue un instrumento político empleado por la familia Habsburgo para mantener unidas las dos ramas de la dinastía, la española y la alemana, y la responsable de que el último de sus reyes en España, Carlos II «El Hechizado» ... , fuera incapaz de dar un sucesor a la Corona. Los elevados coeficientes de consanguinidad de Carlos II , con una cifra de 0,254 (la misma presente en un matrimonio entre padre e hija), le hicieron portador de numerosos genes recesivos y alteraciones genéticas, entre ellas probablemente el síndrome de Klinefelter , que provocaron su incapacidad para tener hijos y para gobernar. Entre esta herencia genética envenenada, Carlos II presentaba el prognatismo que su padre, su abuelo, su bisabuelo, su tatarabuelo... ya exhibieron. Casi un símbolo de poder, la mandíbula prominente fue un distintivo de los Habsburgo , pero también el origen de muchos complejos personales como el sufrido por Carlos V (I de España).

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia