Rajoy hará los cambios el jueves y garantiza que no adelantará las elecciones

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Fuentes de la dirección de los populares dan por hecho que será entonces y no antes cuando se conozcan las intenciones del presidente. Y, aunque Rajoy no está obligado a trasladar al partido su decisión respecto a los ministerios o Moncloa, las mismas voces entienden que lo lógico es que todo se conozca al mismo tiempo.

En unos días, y después de que se hayan constituido ya los ayuntamientos poniéndose de manifiesto la pérdida de poder territorial del PP, el jefe del Ejecutivo explicará a sus filas el plan de acción para evitar que la sangría electoral lleve a finales de año a la pérdida del Gobierno de la nación. Rajoy no tiene previsto adelantar los comicios generales, como ha vuelto a garantizar esta misma mañana. Por lo que si se celebran a finales de noviembre, como calculan en el Congreso de los Diputados, los populares tienen poco más de cinco meses para recuperar la confianza de los votantes.

Las modificaciones que pueda introducir ahora el presidente responden, en buena medida, a las presiones internas recibidas tras los últimos comicios y una vez que el propio Rajoy descartara mover fichas dentro de sus equipos. En las últimas semanas, fuentes del partido confirman que el jefe del Ejecutivo ha escuchado a personas de su confianza y a algunos barones como la dirigente aragonesa, Luisa Fernanda Rudi, o el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.

A raíz de estos contactos, se han multiplicado las quinielas sobre qué puede hacerse para renovar la cúpula del PP o preparar al Ejecutivo para la recta final. En el centro de todas las teorías, los populares han especulado con las posiciones de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, o el papel de portavoz de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, respaldada en estas funciones por el secretario de estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. Fuentes del partido creen que si el presidente descarta su reemplazo, ambos cargos necesitan refuerzos de peso político.

Uno de los nombres que más se escucha (para cualquier puesto) es el del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, quien sin embargo abogaba esta mañana, en un desayuno informativo en Madrid, por continuar al frente de sus responsabilidades, y aunque reconocía la importancia de que el PP esté en "renovación permanente", insistía también en que el presidente está "más renovado que nunca".

Acerca de los posibles cambios en el Gobierno, el presidente llamó la semana pasada a rebajar las expectativas e insiste en que lo importante es que no habrá ninguna alteración en la política económica. La etapa que ahora se abre es eminentemente política, de ahí que los esfuerzos de Rajoy se centren en la sede de la calle Génova.

Será allí donde el jueves abordará también la propuesta de reformar la ley electoral para que en los municipios gobierne la lista más votada. Un proyecto que no obtuvo el consenso del resto de grupos en esta legislatura y que los populares interpretan como esencial, especialmente después de que los partidos de la izquierda hayan sumado fuerzas para gobernar en aquellas instituciones locales en las que han podido apartar al PP del poder.

En este sentido, el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, ha acusado al líder socialista, Pedro Sánchez, de haber decidido "convertir al PSOE en una sucursal de Podemos" y de haber "regalado a los radicales" ciudades como Madrid, Valencia, Zaragoza, Cádiz y La Coruña. Los populares administrarán sólo 21 de las 40 capitales de provincia que ganaron el 24-M. "La democracia no se construye intentando aniquilar al adversario", denuncia Floriano que cree que Sánchez no ha "sabido leer" el momento que atraviesa España y que no es, a su juicio, el de la "radicalidad".