Moncloa toma nota del desplome electoral: «Hay que evaluar lo hecho bien y mal»

Desde las elecciones del domingo 22 de marzo el Gobierno ha eludido hacer una autocrítica en público. La actualidad, con la estremecedora noticia de la tragedia aérea en los Alpes franceses , ha centrado el foco de atención durante toda la semana en las informaciones sobre las circunstancias del siniestro. Pero en privado, puertas adentro de La Moncloa, la autocrítica está en marcha y se analizan las causas de un desplome en las urnas que no se atribuye exclusivamente, ni siquiera en su mayor parte, a la candidatura del PP andaluz.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se le preguntó a Soraya Sáenz de Santamaría por Ciudadanos y también si el Gobierno estaba haciendo autocrítica por el mal resultado en esta primera cita electoral del año. De lo primero no quiso comentar nada, y de lo segundo, explicó así lo que está haciendo el Gobierno: «Las grandes organizaciones tienen que estar sometidas a un análisis constante y, desde luego, el Gobierno lo hace, aquí continuamente hay que retroceder sobre los pasos que se han dado y evaluarlos».

«Indudablemente, uno tiene que estar continuamente haciendo evaluación de lo que ha hecho para construir», explicó la vicepresidenta del Ejecutivo, que acto seguido desligó ese proceso de evaluación de unas elecciones concretas, sino que lo relacionó con «un proceso de gobierno constante durante tres años».

En todo caso, la «evaluación» también se hace ahora, y se analiza lo que se ha hecho bien, lo que se ha hecho mal, y lo que no ha funcionado. Fuentes de la Moncloa explicaron a ABC que el candidato del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno, hizo una buena campaña y la responsabilidad del desastre en las urnas no es suya en exclusiva, ni siquiera en la mayor parte. Santamaría se refirió a él este viernes como «la alternativa» en Andalucía.

Desde Presidencia se considera que el desgaste del Gobierno ha pasado factura en esa Comunidad Autónoma, y que en el futuro inmediato hay que reforzar la «empatía» con quienes más están sufriendo la crisis y no consideran en absoluto que la recuperación ya esté en marcha, porque desde luego a ellos les queda muy lejos.