El conductor del autobús denegó el acceso a una mujer con burka por «inseguridad»

A partir de ahí, el chófer contacta por radio con el inspector de la línea, informándole de que se había negado a dejar subir a esta persona inidentificable. Aunque no se refiere en ningún momento al burka, sí lo identifica entre varias vestimentas en la reunión que hoy ha mantenido con los responsables gerentes de la empresa municipal de autobuses urbanos de Vitoria, Tuvisa.

La gerente, María José Ajuriaguerra, ha relatado los hechos según la versión ofrecida por el chófer en una rueda de prensa junto a la presidenta de Tuvisa, Idoia Garmendia, que han explicado que el trabajador tiene diez días para poner por escrito su versión del incidente. Será entonces cuando la compañía decida si expedienta al conductor, miembro de la plantilla. «Se decidirá qué medidas tomar si es que hay que tomarlas», señalan desde el Ayuntamiento de Vitoria, gobernado por el PP.

El reglamento de la empresa de autobuses urbanos recoge, en su artículo 75, cuatro supuestos en los cuales el conductor de este transporte público puede negar el acceso al vehículo de un usuario, como es la tenencia de animales –salvo los perros guía- o cargas pesadas. También se indica que puede reservarse el derecho de admisión en «cualquier estado o situación que atente contra el respeto de los viajeros», como puede ser un estado notable de embriaguez, aunque no se recoge en concreto el caso aquí tratado.

Por otra parte, el conductor deberá explicar la recogida de firmas que ha protagonizado hoy, durante su turno, animando a los usuarios de la línea 3 a que firmaran apoyando su medida de no dejar subir al autobús a personas «encapuchadas», según ha informado Europa Press. Al parecer, el conductor ha proferido comentarios discriminatorios sobre algunas personas inmigrantes que accedían al vehículo. Durante su turno, y debido a esta «campaña» realizada por cuenta del chófer, el autobús ha sufrido retrasos.