El etarra acusado de matar a Isaías Carrasco dice que estaba haciendo un examen en la Universidad

«No tengo nada que ver con eso», ha respondido Aguinagalde al ser preguntado si participó en el crimen. En ese momento, ha asegurado, no pertenecía a ETA ni tuvo relación con la preparación ni comisión del asesinato. El acusado, que solo ha contestado a las preguntas de su defensa durante el juicio en la Audiencia Nacional, ha señalado además que no disponía de carnet de conducir y que varios testigos estuvieron con él durante la realización del examen.

Aguinagalde ha dicho que no manifestó esto ante el juez instructor Javier Gómez Bermúdez tras ser extraditado por Francia el pasado mes de abril ya que fue a su llegada a la Audiencia Nacional cuando se le comunicó que estaba acusado de este asesinato y que desde entonces le ha llevado tiempo recordar qué había hecho ese día.

Sin embargo, un instructor del atestado ha afirmado que un testigo reconoció «sin ningún género de dudas» a Aguinagalde y que la descripción que ofreció coincidía con la dada por un testigo directo del asesinato. Las Fuerzas de Seguridad dedujeron que formaba parte del comando Asti durante la investigación del crimen del empresario Ignacio Uria y dieron con él al poner el foco sobre el etarra Manex Castro .

El fiscal pide para Aguinagalde Ugartemendia 32 años de cárcel por asesinato terrorista, tenencia de armas de fuego y daños terroristas. El Ministerio Público considera que este miembro del comando Asti actuó 'motu propio', «sin que conste que actuara bajo las órdenes directas de un miembro de la banda terrorista ni la intervención de otros miembros legales o colaboradores del comando».

Según el escrito provisional del fiscal Luis Barroso, el etarra se trasladó a las inmediaciones del domicilio del exconcejal, en la calle Navas de Tolosa de Mondragón, y cuando éste se introdujo en su coche para ir a trabajar, a las 13.35 horas del 7 de marzo de 2008, se situó frente al vehículo y le dirigió cinco disparos que, tras romper el cristal del parabrisas, impactaron en el cuerpo del conductor, causándole «gravísimas heridas» que le provocaron la muerte una hora y 15 minutos después en el Hospital del Alto Deba.

Tras el atentado, Aguinagalde habría abandonado el lugar a la carrera. En el lugar de los hechos, sobre la calzada y la acera, se encontraron cinco vainas percutidas del calibre 9 milímetros Luger o Parabellum. La acción terrorista fue reivindicada por ETA en un comunicado publicado el 2 de abril de 2008 en el diario 'Gara'.