Fray Rafael: «Estos niños estarían muertos, si no los hubiéramos sacado de las aldeas»
La Reina visita en Guatemala el proyecto de la Asociación Paz y Bien para niños discapacitados financiado con dinero español
La Reina se ha trasladado este miércoles a la Guatemala profunda para visitar el proyecto de la Asociación Paz y Bien, puesto en marcha en 2007 por el franciscano cordobés Fray Rafael Pozo (Puentegenil, 1941) en el municipio de Quetzaltepeque. Se trata de un centro ... dedicado principalmente a atender a niños discapacitados en una región extremadamente pobre y con elevados niveles de desnutrición y analfabetismo.
«Algunos de estos niños estarían muertos, si nosotros no los hubiéramos sacado de las aldeas», relató el franciscano durante la visita de Doña Sofía a este complejo financiado con fondos públicos y privados españoles (Cooperación Española, entre ellos). En ese centro viven varios niños de forma permanente, cuyas familias los abandonaron o no pueden hacerse cargo de ellos. Otros pequeños pasan el día en Paz y Bien, pero se van a dormir con sus padres. También está el caso de una niña, que no tienen ninguna discapacidad, pero sus padres, ambos, son discapacitados y no pueden atenderla en condiciones.
«El primer tratamiento que aplicamos a cada niño que llega es la desparasitación. Viven con cerdos y perros, en el campo, y tienen parásitos internos y externos», explica.
Mientras Doña Sofía visitaba el complejo, acompañada por la primera dama de Guatemala, Rosa Leal, y por su hija, Liset, numerosos escolares uniformados llegaron a Paz y Bien. Ellos acuden cada día a almorzar a este centro. Y es que el proyecto de Fray Rafael ofrece otros cuidados, además de atender a niños discapacitados, como combatir la desnutrición, dar atención sanitaria a la mujer, servir de comedor escolar, apoyar con becas a los escolares sin recursos que presentan altas capacidades, facilitar alimentos a familias, dar asesoramiento nutricional y enseñar a las madres a preparar platos para una dieta equilibrada con los productos de la zona.
Recuerda el franciscano que una correcta alimentación durante los tres primeros años de vida es fundamental para el desarrollo de los niños, por lo que trata por todos los medios de combatir la malnutrición.
Según relata Fray Rafael, la Asociación Paz y Bien surgió por casualidad. Él estuvo en esta zona guatemalteca como misionero durante cuatro años, entre 1969 y 1973, y cuando regresó a España empezó a dirigir una revista religiosa. Pero, relata, «una madre me pidió que montásemos algo» para atender a las personas con discapacidad y «así, sin querer, montamos la Asociación Paz y Bien, que cuenta con 34 centros en España y tiene 450 trabajadores profesionales».
El franciscano decidió crear un centro como los de España en Guatemala, en concreto en Quetzaltepeque, porque «estuve aquí de párroco y nunca perdí la relación con esta tierra». Empezó en un pequeño local, pero «en veinte días compramos los terrenos (actuales), hicimos el proyecto en 2007 y en 2009 inauguramos el complejo».
Tras recorrer las instalaciones de Paz y Bien y abrazar y besar a los niños, que le regalaron un álbum exprés con las fotos que le habían hecho durante la visita, Doña Sofía abandonó el centro y continuó su viaje por Guatemala, acompañada por el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Jesús Gracia. Su siguiente parada fue una cooperativa agrícola de frijoles, Chortijol, financiada también con fondos españoles.
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