Etarras de segunda generación, «los hijos de la ira»

Egoitz Urrutikoetxe, «Ternerita», se forjó en la «kale borroka» y llegó a dirigir una red de «taldes» que se dedicó durante años a atacar viviendas de policías y agencias inmobiliarias en el País Vasco francés. Su padre, «Josu Ternera», le enchufó, primero, para ponerse al frente de la Batasuna francesa y, después, para formar parte de su «oficina política», encargada de negociar el futuro del País Vasco y Navarra con el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. Cuando se quitó de en medio porque el «proceso de paz» agonizaba, llevó consigo al hijo.

No es el único caso de clanes familiares dentro de ETA. José Javier Zabaleta Elósegi, «Baldo», integró en los años de plomo el «comando Goierri Kosta», con el que asesinó a una decena de personas, y luego pasó a la dirección de la banda. De tal palo, tal astilla. Su hijo, Iraun Zabaleta, fue detenido en 1998 cuando intentaba robar una troqueladora y varias placas de matrículas vírgenes en un concesionario de Irún. Le acompañaba en aquella fechoría Aratz Gómez, hijo de otro etarra, Enrique Gómez Korta, asesinado por el Batallón Vasco Español en Francia.

Pero si hay una saga que ha dejado huella en el sanguinario historial de ETA ha sido la de los Troitiños. Jon Joseba Troitiño Ciria tenía 7 años cuando su padre, Domingo, fue detenido bajo la acusación de perpetrar la matanza de Hipercor. Y unos meses más cuando su tío, Antonio, fue también puesto a disposición de la Justicia para que rindiera cuentas por sus más de veinte asesinatos cometidos cuando era miembro del «comando Madrid» . Su madre le llevaba una o dos veces al mes a Algeciras, Puerto, Huelva.., a ver al «gudari» de su padre entre barrotes. Así que el hijo quiso emular al «aita» y con el paternal enchufe entró en ETA sin el filtro de la «kale borroka». Se fue al Levante español a poner bombas, pero las Fuerzas de Seguridad le identificaron de inmediato, y emigró con lo puesto a Francia. Allí, de nuevo enchufado por el padre, pasó a la dirección de los «comandos», hasta que fue detenido. En octubre de 2009 fue detenido en el sur de Francia Aitor Elizaran Aguilar, cabecilla del «aparato militar». Su padre, Justo Elizarán, fue asesinado por el Batallón Vasco Español en territorio galo cuando Aitor estaba en el vientre de su madre. Argi Perurena, portavoz de los presos de ETA en Francia, es hija del etarra «Peru», asesinado por los Gal.

También en la «izquierda abertzale» se ha dado este vínculo familiar. Joseba Álvarez, durante muchos años miembro de la «mesa nacional» de Herri Batasuna es hijo del cofundador de ETA, José uis Álvarez Enparantza, «Txillardegi» En 2011 fue arrestado el joven Iker Moreno, acusado de ser dirigente de Ekin, la trama de «comisarios políticos» con los que ETA mantenía la disciplina en Batasuna. Iker es hijo de Txelui Moreno, portavoz de Sortu en Navarra. Miren Zabaleta, hija del dirigente de Aralar, Patxi Zabaleta, está en prisión por intentar refundar, junto a Otegi y otros, Batasuna a través de la plataforma Bateragune. En 2010 fueron arrestados por su relación con ETA Haizea Ziluaga y Garazti Autor Pueyo, hijas, del exdirigente de HASI, Txomin Ziluaga, y de Mariné Pueyo, exconcejal de ANV en Pamplona, respectivamente. Un tío de Irantxu Gallastegi, la pistolera del «comando Donosti» que participó en el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, defendió en una cadena de televisión la «lucha armada» de ETA.