Mikel Buesa propone el modelo italiano de disociación para presos para «dar el golpe definitivo» a ETA

Durante su participación en la mesa redonda «El inquietante mapa político vasco: el terror contra la democracia», celebrado en la Universidad de Valladolid, Buesa ha advertido de que a pesar de que ETA esté «derrotada en el aspecto militar», en el aspecto político «ha encontrado una vía para mantener cierto liderazgo » a través de exponentes como Bildu o Sortu.

Por ello, ha abogado por «desarmar políticamente a ETA por incomparecencia de sus miembros» a través de una iniciativa como la que en 1987 desarrolló el Estado italiano para acabar con las Brigadas Rojas.

En este sentido, ha recordado que ese modelo contempla u na serie de beneficios penitenciarios para los convictos por terrorismo que se desvinculen totalmente de su organización y cumplan con una serie de condiciones que contemplan, además de ese alejamiento, un procedimiento para la revocación de esos beneficios en caso de incumplimiento.

Por otro lado, este sistema contemplaría un plazo perentorio de sólo 30 días para que «los presos o huidos de ETA tomaran la decisión, a fin de ponerlos entre la espada y la pared y evitar que jueguen al juego del gallina» y dilaten en exceso su decisión.

No obstante, Mikel Buesa ha apostado por excluir inicialmente de esta política a los condenados por delitos de sangre a corto plazo, aunque sí podrían hacerlo «cuando llevaran cumplidas las tres cuartas partes de su pena».

En declaraciones recogidas por Europa Press, el hermano del fallecido político vasco Fernando Buesa ha recordado que este sistema sustituyó en Italia al anterior modelo de contrapartidas a cambio del arrepentimiento, el cual se basaba «en la delación y tuvo escaso éxito».

A su juicio, esa opción es la contemplada también en el Código Penal español, donde «sólo entre un tres y un cinco por ciento de los presos de ETA se han acogido a esta vía», por lo que ha abogado por cambiarlo por el de la disociación.