Pamiés: «No me dieron la orden de dar el chivatazo y no lo hubiera permitido»

La declaración de Enrique Pamiés se convirtió en un examen de todo el tráfico de llamadas realizadas no sólo ese día, el 4 de mayo de 2006, sino también de las anteriores y posteriores. El comisario ha hecho hincapié en que sólo se ha analizado el teléfono móvil oficial y no los otros cinco que utilizaba, por lo que se trata de una investigación incompleta.

El confidente de Pamies ha centrado buena parte del interrogatorio, ya que asegura que ese día tenía una cita con él, abortada finalmente por la operación del Faisán. El comisario ha explicado que la cita se concertó con mucha anterioridad, ya que ese tipo de encuentros no se pueden improvisar de un día para otro y además vivía por entonces en Italia.

Ha señalado asimismo que pidió al comisario jefe de la brigada de Información en Francia que le diese cobertura, pero que al no poder hacerlo utilizó para ese trabajo al otro policía procesado, José María Ballesteros , al que solo conocía por ser el responsable en Vitoria de la lucha contra el terrorismo yihadista. Le encargó que le informase sobre el terreno de si el dispositivo policial permitía que cruzase la frontera de forma discreta, y de ahí su presencia en el paso de Behobia.

Pamiés ha demostrado tener un conocimiento milimétrico del voluminoso sumario y ha explicado todas y cada una de las llamadas que hizo o recibió esos días. Además, ha recalcado que a él nunca se le informó de la operación hasta la noche anterior, y de forma muy genérica, por lo que difícilmente pudo dar detalles de la misma a Joseba Elosúa, que era uno de los objetivos.

El comisario se ha negado a responder al resto de las acusaciones y a su defensa ha precisado que él nunca intentó convencer a la Policía francesa de que no hiciese la operación. «Eso sería no conocer a ese Cuerpo ni a la juez Levert», ha dicho.