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Rajoy responde a Mas que no habrá consulta porque no cabe en la Constitución

El Gobierno defiende su posición «serena, pero firme» ante el desafío independentista catalán, con hechos y sin «exteriorizarlo con palabras»

Rajoy responde a Mas que no habrá consulta porque no cabe en la Constitución ángel navarrete

mariano calleja

La respuesta de Mariano Rajoy a la carta que le envió Artur Mas , el pasado 26 de julio, para pedirle la celebración de una consulta «al pueblo catalán», llegará al despacho del presidente de la Generalitat de Cataluña de forma inminente (lo ha hecho esta tarde hacia las 17.30 horas). « En menos de 48 horas », precisó ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, después del Consejo de Ministros. En su contestación, el presidente del Gobierno deja claro a Mas que la consulta que pide no cabe en la Constitución, y por tanto no podrá convocarse. Además, Rajoy defenderá la vía del diálogo con el presidente autonómico, pero siempre con el límite que marcan las leyes, y sin afectar por tanto a la soberanía nacional y la unidad territorial garantizadas en la Carta Magna aprobada por los españoles en 1978.

El presidente del Gobierno ha tendido la mano a Mas para buscar salidas a la crisis económica en Cataluña, impulsar la creación de empleo y la recuperación económica y revisar el reparto de competencias. En la reunión «discreta» que mantuvieron ambos el pasado 29 de agosto en el Palacio de la Moncloa se puso en marcha ese diálogo que desde el Ejecutivo se considera muy positivo. De hecho, fuentes del entorno de Rajoy destacan que a partir de ahí Mas transmitió el mensaje de que no tomaría ninguna decisión que fuera «ilegal ». Es cierto que luego insistió en la celebración de una consulta en Cataluña, pero en Moncloa prefieren quedarse con ese primer mensaje «tranquilizador».

La vicepresidenta Santamaría compareció ayer ante los medios de comunicación después del Consejo de Ministros, en una rueda de prensa que estuvo centrada prácticamente en el problema del independentismo catalán. En sus respuestas, la «número dos» del Gobierno definió las líneas generales de la respuesta de Rajoy que el presidente de la Generalitat está a punto de recibir.

Desde el Gobierno se quiere transmitir tranquilidad y seguridad. «Absoluta serenidad», explicó Santamaría, combinada con «la fortaleza y la firmeza» que se requiera en cada momento. De hecho, desde que Artur Mas salió de la Moncloa hace ahora un año dando un portazo, después de que Rajoy le diera un «no» rotundo a su pacto fiscal inconstitucional , el Gobierno decidió que lo mejor, a su juicio, era no entrar en las provocaciones ni en una guerra dialéctica y, en cuanto hubiera hechos supuestamente ilegales, actuar.

«Firmeza con hechos»

Respecto a las críticas por la falta de una mayor contundencia ante el desafío independentista, Santamaría subrayó que la firmeza no significa «exteriorizar palabras» altisonantes, sino responder con hechos. Así ocurrió con la declaración soberanista que aprobó el Parlamento autonómico , y que ahora mismo está suspendida por el Tribunal Constitucional.

Fuera de los micrófonos y de los focos, en el Gobierno siempre se ha reconocido que después de la crisis económica, el mayor problema al que se enfrentaba España era el desafío independentista catalán, y se fijó una doble respuesta: diálogo y Constitución. En ese sentido, la vicepresidenta Santamaría insistió ayer en que el Gobierno defiende el diálogo institucional con todas las administraciones, en el marco de las leyes.

El referéndum que pide Artur Mas -para que el «pueblo catalán» se pronuncie sobre la independencia de Cataluña- sencillamente «no entra en el marco de la Constitución», y por tanto no podrá convocarse. En concreto, en la misiva que envió a finales de julio a Rajoy, el presidente de la Generalitat planteaba «la necesidad de abordar el diálogo y la negociación, que permitan de forma pactada la celebración de una consulta al pueblo catalán, en el plazo más breve posible, con los marcos legales» que se establezcan.

Una vía abierta

La vicepresidenta reiteró el «no» del Gobierno a ese consulta, si bien la vía del diálogo sigue abierta. Eso sí, no se negociará un nuevo modelo de financiación autonómica de forma bilateral con la Generalitat de Cataluña. La actualización del sistema, según precisó Santamaría, será multilateral como fija la ley.

A partir de ahí, en Moncloa se considera que hay camino por recorrer junto al Gobierno autonómico catalán para que esa Comunidad recupere la senda del crecimiento y la creación de empleo. La máxima prioridad en el diálogo que ofrece Rajoy es trabajar juntos para salir de la crisis cuanto antes y mejorar la situación y el bienestar de los ciudadanos, con lealtad y cooperación institucional. En ese terreno el Gobierno podría ofrecer un acuerdo de contenido económico y competencial a Mas.

Justo un día antes, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se había mostrado partidario de abrir una reflexión sobre la organización territorial de España, sin tocar, eso sí, el Título VIII de la Constitución. La vicepresidenta no quiso pronunciarse directamente sobre esa opinión de Margallo, pero sí rechazó la posibilidad de reformar la Constitución, porque, según recordó, ya se vio en el Debate sobre el estado de la Nación que no hay consenso sobre lo que se quiere modificar ni en qué dirección.

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