terrorismo
La «muralla humana» se quedó en «escombros»
Apenas 50 simpatizantes de Bildu y Sortu se reúnen en Pamplona para homenajear a dos huidos de Segi
pablo ojer
La convocatoria corrió por las redes sociales. Se trataba de concentrarse en un punto de Pamplona con camisetas y pañuelos naranjas, color de este movimiento «abertzale», para grabar un video sobre un «muro humano» a favor de los activistas de Segi, Xabier Sagardoi y ... Luis Goñi , condenados en sentencia firme por el Tribunal Supremo y que se encuentran en paradero desconocido . De esta forma, se pretendía emular los «muros populares» formados por cientos de personas tanto en San Sebastián como en Ondárroa la pasada primavera con la prensión de evitar la detención de proetarras reclamados por la Justicia para cumplir condenas impuestas por los tribuinales.
Pero la convocatoria no fue todo lo relevante que hubieran querido sus organizadores y apenas medio centenar de personas se reunieron en el punto ac ordado. Los concentrados bajaron a la parte baja de las murallas donde, efectivamente, se grabó el video que se pretendía. En medio del grupo se colocaron las fotos de Sagardoi y Goñi y las 50 personas rodearon las imágenes elevando sus pañuelos naranjas. Llamaba la atención que el muro popular se celebrara justo debajo de las enormes murallas de Pamplona. Resaltaba la piedra sobre el escaso número de personas .
El movimiento de «muro popular» fue promovido por la «izquierda abertzale» para evitar que jóvenes con condena firme de cárcel por pertenencia a las distintas organizaciones ilegales abertzales o por actos de «kale borroka» fueran detenidos. Tuvo cierto éxito en San Sebastián el pasado mes de abril. También lograron protagonismo en Ondárroa en mayo. Pero poco a poco la movilización se ha ido desinflando.
La opinión pública da la espalda
En el caso de ayer en Pamplona llamaba la atención l a cantidad de gente que se concentraba en las terrazas de los bares justo encima de las murallas frente al grupito de personas que ondeaban sus pañuelos naranjas debajo de las paredes de piedra.
Mientras tanto, Xabier Sagardoi y Luis Goñi continúan en paradero desconocido después de que el pasado 23 de julio el Tribunal Supremo ordenase su arresto y encarcelamiento p ara que cumplan las penas de seis años de cárcel por su pertenencia a la ilegalizada y ya disuelta organización Segi y por participar en actos de «kale borroka».
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