Aznar: «A mí, lecciones de lealtad al PP, cero»

–¿También desde el PP ?

–Debe quedar clara una cosa… depende de dónde se ponga el acento de las cosas. A mí, lecciones de lealtad a mi partido no me las da nadie. Al partido que yo contribuí decisivamente a refundar, desarrollé, lancé y convertí en un partido de gobierno, lecciones cero. De nadie. Y lecciones de lealtad a mi país, tampoco. Es más, me parece que en las últimas semanas, precisamente en las últimas semanas, he prestado un servicio relevante al futuro del PP. Y si me pregunta, sí, aquí estoy.

–¿Qué quiere decir?

–Se lo digo de otra manera, estoy aquí.

–¿Cree usted haber dado entonces un aldabonazo a su partido en unos momentos de desazón interna?

–Digamos que la famosa rueda de prensa del 26 de abril [en el Consejo de Ministros], donde se arroja la toalla sobre el futuro de España, parece que se ha corregido. Sí, me da la sensación de que una parte importante del electorado del PP se siente un poco más reconfortado y entiende las cosas algo más de lo que las entendía hace unas semanas.

–¿Por lo que dijo usted?

–Yo solo digo que el electorado del Partuido Popular es inteligente…

–Uno de los principales problemas de España es la corrupción. ¿Al Gobierno le falta contundencia para atajarla? El PP está en el punto de mira por la trama Gürtel y el enriquecimiento de su extesorero...

–Primero, yo no puedo hablar en nombre del PP y solo puedo responder por lo que a mí respecta. Si alguien pone en duda mi honorabilidad personal, están los tribunales de Justicia. Ya lo he hecho y lo seguiré haciendo si fuera necesario. Segundo, en la etapa en que fui presidente del PP, hasta septiembre de 2003, cuando tuve conocimiento de alguna actuación irregular actué con total contundencia. Esos son hechos y no estoy expresando ninguna opinión. Y tercero, si se habla de la financiación del PP, creo que tiene sus cuentas en orden y aprobadas por el Tribunal de Cuentas.

–¿Se ha sentido desamparado por su partido?

–Nunca he pedido nada a mi partido. Es más, lo que me he planteado es qué más puedo hacer yo por mi partido.

–¿Cree que desde la dirección del PP no se ha salido en defensa de la honorabilidad, no ya suya, sino de la cúpula que aparece en los supuestos papeles de Bárcenas?

–Yo no sé qué dicen esos papeles, ni sé las decisiones que puedan tomar otras personas, ni quiero condicionarlas. Digo lo que creo que tengo que decir y nada más.

–¿Y ve de recibo que en España un tesorero de un partido acumule 47 millones de euros?

–Yo no lo sé… No sé si eso es así ni voy a prejuzgar nada. Digo que cuando tuve conocimiento de actuaciones irregulares actué con total contundencia.

–En lo que va de año ha dado seis veces y media la vuelta al mundo. Viene de Angola… ¿Qué hace un expresidente en su día a día?

–Trabajo para ganarme la vida, y trabajo mucho, y pago hasta el último suspiro de mis impuestos. Y los suspiros en estos momentos son largos… Me siento personalmente muy bien, y sin ninguna jactancia lo digo, profesionalmente es un momento brillante para mí. Me invitan de muchos sitios del mundo para conocer mi opinión, y me escuchan y valoran mis consejos… Presido una fundación de la que estoy especialmente orgulloso. Pero al mismo tiempo, estoy obviamente preocupado.

–En esa apretada agenda, ¿hay algún momento para aconsejar a la alcaldesa de Madrid?

–Madrid tiene una excelente alcaldesa. Algunos dirán «y usted, su marido, qué va a decir…» Podría no decirlo, pero es que lo creo. Tiene una dedicación y una capacidad de las que reivindican el buen nombre de hacer política. Y deseo que pueda tener mucho éxito en un empeño, el olímpico, muy importante para España. Dicho eso, cuando se me piden consejos, siempre actúo a petición de parte. Hay personas que me llaman para conocer mi opinión sobre un asunto y yo se la doy. Y hay personas... pues que no me llaman.

–¿Rajoy por ejemplo? Desde su entrevista en televisión , ¿ha mantenido alguna conversacion con él?

–No, ninguna.

–¿Y es normal esa falta de comunicación?

–Lo que he dicho es que en estos años he hablado una vez con el presidente del Gobierno, una conversación larga. No he dicho que sea normal ni no normal, en fin… Estas reglas fueron establecidas hace mucho tiempo y funcionan de esa manera. Si una persona quiere algo o le interesa algo, pues llama. Y si no, no llama. Pues nada...

–¿En qué se diferencian ese Rajoy que usted conoció y el de ahora?

–Tengo mucho aprecio a Mariano Rajoy… Evidentemente no me resulta un desconocido el presidente del Gobierno actual. Le nombré cinco veces ministro , lo nombré vicepresidente y le propuse como candidato…

–¿Por qué no hace todas estas observaciones en los órganos del partido? ¿Hace cuánto que no visita Génova?

–Es que cuando yo decidí voluntariamente dejarlo, lo dejé. Hace muchos años. No asisto a los órganos del partido, lo cual no quiere decir que no pudiese hacerlo. Pero son dos cosas distintas y creo que ahora no tiene ningún sentido. Mi idea es seguir en esa actitud porque creo que facilito más las cosas.