La indignidad de los etarras huidos

Durante la ceremonia estuvo muy presente lo que se estaba celebrando en Biarritz. «A unos kilómetros se comete un acto de barbarie, de indignidad, promovido por algunos que han defendido posiciones terroristas, de los cuales muchos deberían estar ahora mismo en la cárcel cumpliendo sus condenas", proclamó el también consejero de Presidencia y Justicia.

Sin arrepentimiento

Y es que, tal y como habían anunciado, el autodenominado Colectivo de Exiliados Políticos Vascos, representaron su número ayer en Biarritz para reclamar que se les perdonen los delitos y puedan regresar a sus lugares de origen. El acto convirtió en un ensalzamiento de la actividad terrorista. En ningún momento mostraron arrepentimiento alguno por los delitos que les llevaron a huir. Más bien al contrario, se mostraron orgullosos de ello. Durante la lectura del manifiesto de los «exiliados», uno de los portavoces, Ion Garmendia, colaborador del Comando Donosti, afirmó que este colectivo no tiene «ni vergüenza ni miedo de reconocer quiénes son ni qué son». No obstante, en ningún momento mencionaron su pertenencia a ETA.

Además de pedir una solución satisfactoria que facilite su regreso, los etarras pidieron «arreglar el problema político que ha provocado que haya miles de exiliados». Para ello, presentaron su propia «propuesta de solución» que pasa, entre otros puntos por «la suspensión de los procedimientos judiciales basados en declaraciones arrancadas bajo tortura». Teniendo en cuenta que los terroristas tienen la orden de la dirección de la banda terrorista de denunciar en todo momento que han sufrido torturas, la solución que ponen sobre la mesa pasaría en la práctica por una amnistía para todos los detenidos y procesados. También pidieron «ayuda» para “la vuelta de todos los exiliados y «medidas que garanticen la dignidad de los exiliados».

En definitiva, según los huidos y deportados, la solución pasaría por «el relato y la reparación social de los ataques». Para ello, se ofrecieron a «decir la verdad». Pero su verdad porque lejos de tratar de aclarar los más de 300 asesinatos de ETA que continúan sin esclarecerse, «su verdad» narra «los ataques que han provocado desapariciones, daños y muertes».

«Escapar de la tortura»

En un acto completamente dedicado al autobombo en el que se dedicaron a ensalzar la «lucha por la libertad» de los huidos, varios miles de personas arroparon en el Parque de Exposiciones de la localidad francesa de Biarritz más de medio centenar de personas que en su día tuvieron que escapar por su pertenencia a ETA o a alguno de los grupos aledaños.

En ningún momento hicieron referencia a su pertenencia a la banda terrorista, sino que se definían como «personas que han tenido que huir escapando de la tortura, a causa de la falta de libertad de expresión o a causa del peligro de ingreso en prisión causado por las ilegalizaciones de diversas organizaciones». Tampoco realizaron autocrítica alguna a la actividad terrorista. Tampoco se mencionó a las víctimas del terrorismo. Ellos en sí mismos se consideran unas víctimas de la «represión» de España y Francia.

En la lectura de la “iniciativa” de los huidos, su portavoz Ion Garmendia se contradijo al afirmar que «nosotros no pedimos hablar con los estados español y francés. Los estados deben hablar con ETA». Pero al mismo tiempo en el documento presentado se recuerda que el pasado miércoles «el colectivo hizo un llamamiento a los estados español y francés, recordándoles que han de tomar en cuenta a los y las exiliadas a las hora de resolver el conflicto político y que, para ello, es necesario hablar con nosotros directamente».

Movimiento sociales

En estos vídeos los terroristas mostraron sus deseos de regresar y ensalzaron la labor de los movimientos sociales abertzales. «Hay que impulsar la lucha y la desobediencia», alardeaba uno refiriéndose a los muros populares desarrollados en San Sebastián y Ondarroa en la que cientos de jóvenes trataron de impedir la detención de distintos acusados de pertenencia a Segi o Ekin. Las imágenes de este movimiento popular se llevaron las mayores ovaciones junto con el anuncio por parte de ETA del pasado 20 de octubre de 2011.

Incluso a lo largo del acto el público asistente coreó en varias ocasiones el lema proetarra de «Jo Ta Ke, Irabazi Arte» (Luchar y pelear hasta la victoria). También fueron recibidas con aplausos las imágenes de Otegi y del dirigente batasuno ya fallecido, Jon Idígoras.

Asesinos históricos

Se había levantado gran expectación ante la posibilidad de que en el acto hicieran aparición algunos huidos que todavía tienen cuentas pendientes con la Justicia. De hecho, dentro del grupo de interlocución que designaron el pasado miércoles en Bayona (Francia) se encuentran históricos etarras con un amplio historial sanguinario a sus espaldas, como Alfonso Echegaray, que asesinó a un total de nueve personas o Tomás Linaza, que tiene en su haber ocho asesinatos. Pero los temores no se cumplieron y estos etarras se limitaron a enviar mensajes grabados en video desde los lugares donde se encuentran, como Cabo Verde o Santo Tomé.

Además, los medios no tuvieron fácil su labor ya que sólo se permitió coger la señal realizada por la propia organización y ningún periodista se pudo acercar a los miembros del comité de «exiliados» , dificultando así su identificación por si pudiera haber algún miembro de ETA pendiente de cumplir alguna pena.

Víctimas y verdugos: el informe vasco

De vuelta en Boadilla, SalvadorVictoria se pronunció también sobre el informe encargado por el Gobierno vasco que cifra en 1.004 las personas muertas por vulneraciones de derechos humanos relacionadas con lo que se califica como el «caso vasco», de las que 94 corresponderían a las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE), 837 a ETA y 73 a grupos parapoliciales y de extrema derecha.

«No se puede equiparar nunca a los verdugos con quienes han sido sus víctimas. Las víctimas del terrorismo hemos sido todos, toda la sociedad española, porque todos hemos visto amenazadas nuestras libertades», dijo Victoria al respecto. Finalmente, el consejero madrileño añadió que «es necesario que la Justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pongan a estos delincuentes donde tienen que estar, que es en las cárceles y no en las calles paseando», al tiempo que ha deseado que «aquellos que defienden posiciones filoterroristas» no sigan en las instituciones democráticas.