Siete razones de la Policía para creer a Carcaño

La zona marcada (carretera de Sevilla-La Rinconada) es la que la Policía consideraba como más probable para que los asesinos sepultaran el cadáver de Marta del Castillo. Está cerca de la calle León XIII (lugar del crimen) y solo tuvieron 55 minutos para hacer desaparecer el cuerpo.

Las llamadas telefónicas que hizo Francisco Javier Delgado desde el piso de la calle León XIII (a las 20:30 horas y a las 20:41) concuerdan con las explicaciones de Carcaño. Ocurre lo mismo con la que realizó este joven a las 4:36 de la madrugada al teléfono de Marta del Castillo.

Para los investigadores es imposible que Francisco Javier Delgado solo empleara quince minutos en ir de la calle León XIII a la de Tharsis, donde reside. Los investigadores ya dudaron en su día de esa explicación y creen que fue su hermano Miguel Carcaño quien lo llevó en moto hasta allí.

Carcaño dijo que se cruzó con él después de meter el cadáver de la joven en el coche de su hermano y dijo que llevaba dos cascos de moto. Era un dato no conocido hasta ese momento. En efecto, interrogado de nuevo el testigo asegura que esa noche llevaba esos dos cascos en la mano.

Diego Carrere dijo que a la una y media de la madrugada vio a Carcaño en el pasillo del edificio de León XIII y junto a él una silla de ruedas utilizada para sacar el cuerpo. Ahora Carrere dice que quizá a quien vio fue a Delgado, que llevaba una cazadora de cuero, como una de su propiedad.

Carcaño asegura que su hermano mató a Marta del Castillo golpeándola con la culata de su pistola. Delgado afirma que no tenía armas. Tanto Carcaño como Francisco Javier García Marín afirman que sí disponía de una pistola, sobre todo cuando trabajaba de noche en un bar.