Maniobra de los abogados de ETA para suspender el juicio de Capbreton

El peritaje de 600 páginas, incluido formalmente por el Tribunal de lo Criminal de París en la causa al término de la audiencia de ayer, indica que la pistola con la que se dispararon los tres tiros que mataron a Raúl Centeno y Fernando Trapero el 1 de diciembre de 2007 tenía dos trazas masculinas de ADN en el cargador, pero de una calidad insuficiente para ser utilizadas. El abogado de los etarras Robert Gaston ha exigido un aplazamiento del proceso o la comparecencia de la juez instructora Laurence Le Vert, especializada en ETA, para que pueda ser interrogada y explique «las razones de que no se comunicara» ese peritaje sobre ADN.

Por su parte, la acusación particular que representa a las familias de los guardias civiles, a través de su abogado Bérenger Tourne, ha criticado «las gesticulaciones de la defensa» y «los incidentes» que está intentando provocar desde el inicio del juicio el pasado martes. Tourne ha insistido en que los padres y hermanos de Centeno y Trapero «no podrían soportar un aplazamiento», después de haber tenido que esperar casi cinco años y medio el juicio.

La presidenta, Xavière Simeoni, ha avanzado que el Tribunal comunicará hoy mismo su dictamen sobre esta nueva demanda de la defensa para desbaratar el proceso en el que hay siete acusados, tres de ellos -Mikel Carrera Sarobe, «Ata»; Saioa Sánchez Iturregui y Asier Bengoa López de Armentia- como miembros del «comando» que asesinó de forma premeditada a los guardias civiles.

Uno de los testigos, René Larigaudière, que se encontraba en una gasolinera, a unos cincuenta metros, percibió cómo después de la primera detonación un individuo -que inicialmente identificó como un hombre- dio la vuelta al coche para asesinar al segundo guardia civil. Otra testigo clave, que no ha acudido al tribunal alegando estar de baja por enfermedad, Isabelle Machado, pasó junto al coche de Centeno y Trapero cuando éstos en su interior estaban rodeados por los tres etarras y en sus declaraciones ante la policía y los jueces ha dicho haber presenciado «un altercado de una extrema violencia» entre ellos en español, y ha identificado formalmente a Sánchez Iturregui.

El exjefe etarra Ibón Goieaskoetxea, otro de los acusados que se sientan en el banquillo en París, aprovechó la ocasión para pedir la liberación de los presos etarras enfermos de gravedad, tras hacer alusión a la muerte reciente de dos de ellos, el considerado exjefe político Francisco Javier López Peña, «Thierry», y Ángel Figueroa.