González-Páramo: «Es imprescindible proseguir con el programa de reformas en España»
El exconsejero del BCE cree que la rebaja de tipos de interés y los indicios de recuperación dibujan un panorama de moderado optimismo para la economía española
Álex gubern
Apenas unas horas después de que el Banco Central Europeo (BCE) aplicase una rebaja histórica de los tipos de interés , el exconsejero de la entidad entre 2004 y 2012 José Manuel González-Páramo —ahora profesor de la escuela de negocios IESE ... y consejero ejecutivo y asesor internacional del BBVA — valora para ABC la medida, una decisión, explica, «adecuada tomada en el momento adecuado».
—La rebaja del precio del dinero se ha acogido con aplausos. ¿La medida anticipa por contra que la previsión de crecimiento que el BCE publicará en diciembre será peor de la esperada?
—En diciembre no habrá sorpresas. Tendremos lo previsible: la expectativa de un periodo largo con una tasa de inflación por debajo del 2% . Cuando hay esa certeza lo mejor es actuar lo antes posible. De igual modo, anticiparse siempre tiene un componente de señal, de aviso. Los mercados pueden estar más seguros ahora de que el BCE va a estar allí, y aunque no es el único jugador sobre el terreno, sí que va a ser un jugador proactivo en favor de la recuperación del crédito y del empleo, sin olvidar el que es su mandato fundamental, mantener la inflación por debajo pero cerca del 2%.
—Se ha señalado que tanto como la rebaja del precio del dinero otra decisión clave ha sido la de fijar hasta 2015 los tipos para el acceso a la liquidez de las entidades ante el BCE.
—Cierto, son medidas igual de relevantes. En este caso porque se da un año más de certidumbre a las entidades de que no van a tener problemas de acceso a la financiación del BCE. Esto rebaja claramente el coste de la incertidumbre del acceso a fondos, lo que debería influir en el crédito hoy mismo. Las decisiones tomadas el jueves deben saludarse ante un año que va a ser inusual por muchos motivos.
—Una de las razones de este 2014 inusual es el próximo examen de resistencia a la banca europea. JuanMaría Nin (CaixaBank) reclamaba hace pocos días que se haga con la misma exigencia que el examen a las entidades españolas de 2012.
—Estoy convencido de que así va a ser. El BCE se lo juega todo en hacer unas pruebas a la banca de un rigor y una calidad que no pongan en riesgo su reputación como futuro supervisor único. No va a dejarse influenciar por presiones para que sea más laxo. Conociendo como conozco a la institución, y sabiendo lo que hay en juego, tengo confianza ciega en que va a ser un buen ejercicio. No comparto las dudas que hay en este campo.
—Después del escrutinio al sistema español, ¿hay motivos para temer sorpresas negativas?
—No hay razones para ello. Se sabe de él lo que no se sabe de ningún otro sistema de Europa. Además, hemos endurecido los criterios de refinanciación, lo que va a requerir provisiones adicionales, en cuando a la morosidad somos de los países más estrictos, con lo que si hay una homologación esta afectará más a otros que a España... Y si hubiese problemas tengo confianza plena en que habrá en el sistema bancario fondos para arreglarlo, en ningún caso fondos públicos; de la época en la que el contribuyente pagaba, aunque temporalmente, por buenas razones nos podemos olvidar.
—¿Por dónde vendrán las sorpresas, de la Europa periférica?
—Todo el mundo mira a estos países, pero son precisamente los bancos de los países con programas del FMI los más predecibles: están bajo la lupa. Si surge la sorpresa será en otra parte.
—¿Por qué es importante para España avanzar hacia el supervisor único y la unión bancaria?
—Con el modelo actual, la suerte de la banca y la del estado van unidas. Cuando el país tiene problemas para colocar deuda, esto repercute sobre la percepción de sus bancos, y a la inversa. Por contra, en países donde hay una unión bancaria , como en los Estados Unidos, que un banco esté radicado en un estado con problemas financieros no implica que deje de dar crédito, y del mismo modo, cuando un banco tiene un problema la solución es federal, sin afectar al estado. Esto es a lo que aspiramos en Europa.
—Se ha cuestionado mucho el papel de los supervisores nacionales.
—Tradicionalmente los supervisores nacionales han aplicado criterios de protección frente a los competidores, han ocultado los problemillas del sistema loca l... Pero las patas del engaño son cortas, y antes o después emerge el problema, como ha sucedido en España o Irlanda, y se verá después del próximo test de resistencia europeo. Con la unión bancaria esto ya no será posible. Además provocará una competencia bancaria de verdad y seguramente un proceso de consolidación importante, que espero que sea transfronterizo, porque significará que hemos creado un verdadero mercado interior.
—Nuestro país comienza a apuntar a la recuperación. ¿Cómo fraguamos esta tendencia?
—Es imprescindible proseguir con el programa de reformas, y profundizar en las que ya hemos comenzado, como la del mercado laboral, por ejemplo, que ha permitido a las empresas ganar mucha flexibilidad. Servicios de estudios como el del BBVA señalan que en el segundo semestre de 2014 comenzará a crearse empleo neto, pero también prevén, por contra, más contratos temporales.Esto no es bueno. Si volvemos a la temporalidad es que no lo hemos hecho bien. Espero con gran interés la evaluación de la reforma que se ha anunciado para comienzos de 2014, porque de ello depende la segunda ronda de la reforma. Hay que acabar por ejemplo con la excesiva segmentación de contratos.
—Queda pendiente avanzar en la reforma de la Administración.
—En este caso estamos a mitad camino. Se ha progresado mucho en pensiones, por ejemplo, pero la reforma de la administración autonómica y local sigue como un gran reto . Queda mucho por hacer en otros campos: más competencia en sectores de servicios, acabar con los parches en el sector de la energía... Se ha hecho mucho, y gracias a ello la visión que se tiene de España fuera, pero también dentro, ha cambiado. Hay más confianza, pero hay que consolidarla. Las reformas no pueden parar.
—La nueva ley Financiera debe estimular el crédito alternativo.
—Es fundamental. La dependencia que tienen las empresas españolas de la financiación bancaria, sobre el 85% del total, es excesiva. Si tuviésemos un mercado alternativo de renta fija y variable atractivo y accesible, si potenciásemos el capital riesgo, si diésemos un marco atractivo a los «business angels» haríamos un favor a este país.
—¿La tensión política en Cataluña es una amenaza para la recuperación?
—Desde luego este entorno no conduce a la confianza y al crecimiento. Por parte de todos existe la esperanza de que se imponga el diálogo , obviamente dentro de las normas que nos hemos dado. Es algo tan obvio que no haría falta decirlo, pero es bueno recordarlo. La inestabilidad política no es buena. Lo hemos visto en Europa:en parte, el momento relativamente dulce por el que pasamos se debe a que superamos la incertidumbre electoral en Alemania y que Italia ya no se ve como riesgo.
—¿Cómo ve alguien que viene del BCE la postura de la Generalitat sobre la hipotética pertenencia de una Cataluña independiente en la UE?
—La Comisión Europea ya lo ha explicado con toda claridad. Hay procedimientos, reglas, y no se pueden pintar como uno quiere.
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